En una época en que padres y profesores se esfuerzan por terminar con prácticas como el bullying u otras formas de violencia dentro de las escuelas, no deja de sorprender que dos familias decidieran que la forma de saldar una rencilla entre sus hijas fuera precisamente lo contrario: organizarles una lucha cuerpo a cuerpo.

Se trata de Robert Gonzalez y Monica Ochoa, padres de dos adolescentes de 14 y 15 años respectivamente, alumnas de la escuela secundaria Akins en Austin, Texas.

Según narra Houston Press, ambos llevaron a sus hijas hasta el patio de su escuela para una pelea que no sólo habían organizado previamente, sino que se encargaron de difundir entre las amistades de las alumnas a través de Facebook. Una vez allí, las dejaron luchar, en una trifulca que duró exactamente 2 minutos y 43 segundos.

Los testigos de la extravagante escena aseguraron que ambos padres actuaron como los abanderados de sus hijas en un encuentro de boxeo, azuzándolas para dar mejores golpes o advirtiéndoles no dejarse agarrar del pelo. Además se preocuparon de concluir rápidamente el asalto, temerosos de que alguien alertara a la policía.

Tras discutir entre ellos por quién salió mejor librada de la pelea, Gonzalez se llevó a su hija en su auto, la que exhibía rasguños en su cara y cuello. Ochoa hizo lo propio con su hija, que terminó con un ojo morado y magulladuras, llevándola hasta su vehículo donde las esperaba su otra hija, de 6 años de edad.

Sin embargo el orgullo paterno ante la belicosidad de sus retoños llegó a tal punto, que decidieron subir el video de la pelea a YouTube. Este fue retirado posteriormente por violar los términos de servicio del portal, pero alcanzó a ser suficiente para servir como evidencia contra la conducta de los padres.

Ambos enfrentan cargos por provocar heridas a menores de edad, y tuvieron que pagar una fianza de 10.000 dólares cada uno para evitar ir a prisión.