El viceministro iraquí de la Reconciliación Nacional, Amir al Juzai, dijo este lunes que Bagdad no conversará con miembros de Al Qaida ni con nadie que “haya matado a iraquíes”, pero dejó abierta la posibilidad de hablar con quienes lucharon contra fuerzas de Estados Unidos.

“La reconciliación no incluirá a quienes tengan sangre iraquí en las manos, (formen parte de) Al Qaida o sean miembros del partido Baas” del fallecido ex presidente Sadam Husein, derrocado tras la invasión de Irak por parte de tropas lideradas por Estados Unidos en 2003, indicó el dirigente.

“La reconciliación sí incluirá a quienes dicen: ‘resistimos contra los ocupantes durante siete años y ahora que van a terminar de retirarse a fines de 2011, tenemos que volver a nuestras vidas’” normales, agregó.

“No nos reconciliamos con un grupo, partido, secta, entidad o facción, sino con individuos (…) Quienes hayan matado iraquíes están excluidos”, aseguró.

Las autoridades de Irak suelen acusar a Al Qaida de los atentados contra los iraquíes, pero Estados Unidos tiende actualmente a acusar a grupos chiitas proiraníes de los ataques contra soldados norteamericanos.

Así, 14 militares estadounidenses murieron en junio en Irak, que fue el mes en el que Estados Unidos tuvo mayores pérdidas desde hace tres años, como consecuencia de ataques llevados a cabo principalmente por insurgentes apoyados por Irán, según Washington.