¿Qué harías si tienes un flamante Porsche 911 que te da constantes problemas mecánicos? Por supuesto, lo que toda persona con sentido común haría: donarlo a una escuela de tiro para que lo acribillen hasta la desintegración.

Eso es lo que pensó el dueño de este auto, cuyos 40 millones de pesos de costo no fueron excusa suficiente para evitar que se diera el extravagante gusto de verlo morir bajo ráfagas de más de 10.000 balas, disparadas por la comunidad de tiro Comm2A de Massachusetts, en Estados Unidos.

“El auto estaba a 90 metros de la línea de tiro y teníamos montones de tiradores nuevos e inexpertos usando sus pistolas, sin embargo fuimos lo suficientemente precisos para quitarle las llantas cuando nos lo propusimos”, dijo el fanático de las armas John Beauchemin, quien también grabó el evento.

“Yo mismo le disparé algunos tiros de rifle. Quería destruir algo hermoso”, agregó Beauchemin. “Todos nos divertimos… excepto el Porsche”.

Según expresó la comunidad de tiradores, el dueño del auto había gastado miles de dólares tratanto de reparar el motor y su sistema de enfriamiento, tras lo cual decidió que no valía la pena continuar invirtiendo en él.

http://youtu.be/ZMsl6MNmT80