El presidente del Santos, Luis Ribeiro, sostendrá esta semana una reunión en la sede de la Conmebol en Paraguay para manifestar su deseo de jugar una “final limpia” ante el uruguayo Peñarol en la Copa Libertadores y pedir un “arbitraje imparcial” en los juegos a venir.

“Pretendo ir a Asunción para mostrar que estamos atentos, queremos un arbitraje imparcial, una final limpia. Nos gustaría ser bien tratados en Montevideo, como tratamos bien a todos los equipos que nos enfrentan aquí”, señaló el responsable, citado por la prensa local brasileña.

El directivo protestó por el “clima hostil” del partido contra Cerro Porteño en Asunción, que le valió su pase a la final de la Libertadores,
luego que el autobus que trasladó al ‘Peixe’ fuera apedreado a su llegada y salida del estadio ‘La Olla’.

“Lo ocurrido en Asunción fue inconcebible”, dijo, sin referirse al arresto de 58 “barrabravas” del Santos, que enfrentan un proceso por desmanes y agresiones en Asunción, tras el juego Santos-Cerro Porteño por la semifinal de la Libertadores.

Los fanáticos, miembros de la llamada ‘Torcida jovem’ del Santos, fueron vistos destruyendo una puerta de vidrio en un restaurante de la capital paraguaya, donde arrojaron sillas y mesas contra los clientes y sometieron a golpes de puño y puntapiés a un joven presente en el lugar.

Los hinchas aseguraron el lunes que actuaron en “defensa propia” y que tienen su conciencia tranquila.

Santos se convirtió la semana pasada en finalista de la Libertadores al empatar 3-3 con Cerro Porteño de Paraguay, en partido de vuelta de las semifinales. En el partido de ida Santos triunfó 1 a 0.

La reunión servirá además para definir el estadio donde se disputará el partido de vuelta en Sao Paulo, entre Pacaembu y Morumbi.

El 15 de junio en Montevideo y el 22 en Sao Paulo se disputarán las finales de la Copa Libertadores de América entre Peñarol y Santos.