Manifestantes contra un proyecto minero saquearon dos locales públicos la noche del jueves en Puno (sur de Perú), donde una huelga paraliza desde hace 17 días esa región fronteriza con Bolivia, informó el contralor general de la República, Fuad Khoury.

“Una turba ingresó al local de la Contraloría (entidad que fiscaliza los gastos estatales), sustrajo computadoras y documentos y los quemó”, dijo Khoury a la radio RPP al denunciar los actos de violencia, que son los primeros que se registran en Puno en el contexto de la huelga.

“Vivimos en democracia, todos tienen derecho a protestar, pero eso no les da la licencia de ir contra personas inocentes”, añadió el funcionario al aludir a un intento de atacar a empleados públicos que se hallaban en el lugar.

Los vidrios del local de la Contraloría, de tres pisos, quedaron rotos tras recibir pedradas de los manifestantes, que se salieron de control ante la escasa vigilancia policial, según el relato de radios locales.

Pese a la violencia no se registraron enfrentamientos con la policía, indicó Wilmar Andía, jefe de la policía de Puno, quien confirmó las versiones del saqueo al local de la Contraloría y también de la Gobernación.

“Tengo informacion de que han quemado algunos enseres de la Gobernación y un vehículo que estaba delante del edificio”, declaró Andía a RPP.

La violencia estalló horas después de haberse suspendido el diálogo entre una comisión gubernamental y los dirigentes de la protesta agrupados en un Comité de Defensa de los intereses de la población.

A pocos días de la segunda vuelta de la elección presidencial del 5 de junio, unos 15.000 campesinos de origen aymara tomaron Puno en protesta contra las concesiones mineras en la región.