La Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) anunció este jueves que resolvió formular cargos contra las empresas distribuidoras CGE y Conafe tras detectarse serios problemas en su proceso de facturación.

De acuerdo a lo informado por la SEC, ambas compañías habrían facturado erróneamente, la cantidad de $ 1.114 y $ 273 millones respectivamente.

“En tal sentido, será materia de la investigación que llevará a cabo SEC, a partir de esta formulación de cargos, determinar si dichos cobros fueron corregidos por la empresa en forma inmediata, si existen más casos similares y cuáles han sido las medidas que ha adoptado cada una de las empresas señaladas, con el fin de corregir definitivamente este tipo de situaciones”, afirmaron.

De esta forma, al analizar la información disponible respecto de los procesos de facturación, la SEC detectó que las firmas distribuidoras emitieron boletas con valores de consumo de energía iguales o superiores a 8.000 kWh por mes, “valores que no corresponden al consumo de un cliente de tarifa BT1, si se considera que el consumo promedio de este tipo de cliente es del orden de 200 kWh por mes”.

La Superintendencia precisó que de acuerdo a estos datos, las compañías emitieron, a más de 210 clientes, facturas absolutamente irregulares, con montos que llegaron en algunos casos a los $ 16 millones. “Estas situaciones, si bien pueden haber sido corregidas por la empresa, dan cuenta de una clara infracción a la normativa vigente”.

“Los usuarios tienen derecho a recibir cuentas que reflejen lo que efectivamente se haya consumido, ni un peso más, ni un peso menos”, dijo el titular de la SEC, Luis Ávila.

En tanto el biministro de Minería y Energía, Laurence Golborne, señaló que “Estas facturaciones con errores importantes, más allá de ser corregidas, no son aceptables”.

Asimismo, y luego de reunirse con el Superintendente para conocer los antecedentes de este proceso administrativo, el biministro Laurence Golborne sostuvo que que “el problema no es sólo la inadecuada facturación, sino el daño en la confianza que se produce en los clientes. Por esto, este tipo de situaciones, más allá de ser corregidas por parte de las empresas, no son aceptables”.

Golborne resaltó la labor de la SEC, señalando que “sin duda las instituciones están funcionando, pero aquí lo importante, es que los problemas de las personas se solucionen cuanto antes. Nosotros estamos preocupados de estas situaciones, porque estamos comprometidos con la solución de los problemas de los ciudadanos”.

“Lo que buscamos como Superintendencia es generar las necesarias confianzas entre los diferentes actores del mercado. Esto implica, en el caso de las Empresas, respetar las reglas del juego, y en el caso de los usuarios, ser responsables y cumplir con sus compromisos”, sostuvo el superintendente Ávila.