Interpol afirmó el miércoles que la masiva evasión de una prisión afgana, en su mayoría talibanes, ocurrida la noche del domingo muestra un “inaceptable fallo de seguridad” y un “grosero” fracaso en la formación de la policía afgana.

“La evasión de peligrosos presos, incluyendo miembros talibanes, de una prisión afgana volvió a poner en evidencia un importante fallo en la seguridad”, afirmó Interpol en un comunicado emitido desde Lyon (sudeste).

El secretario general de Interpol, Ronald K. Noble sostuvo que “con los cientos de miles de millones de dólares que los países destinan cada año a Afganistán, el fallo en el entrenamiento y equipamiento de las autoridades afganas para colectar, almacenar y compartir información tan básica como fotografías, huellas digitales y ADN es un fallo inaceptable para la seguridad”.

Unos 480 presos, en su mayoría talibanes, se evadieron en la noche del domingo de la prisión de Sarposa, en Kandahar (sur de Afganistán) a través de un túnel de 300 metros de longitud que los insurgentes cavaron durante cinco meses desde el exterior del penal.

Interpol recordó que de esa misma cárcel se escaparon en junio de 2008 unos 900 reclusos e insistió en que tampoco recibió información que permitía identificarlos.

“Es simplemente chocante que tres años después de la mayor evasión en la historia de Afganistán (…) siga sin existir una base de datos para compartir” internacionalmente, sostuvo Noble.

Esa evasión masiva constituye un nuevo golpe contra el gobierno del presidente afgano Hamid Karzai y las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que en los últimos dos años han multiplicado las operaciones militares en esta región del sur afgano, bastión de los talibanes y zona clave para estabilizar el país.