Unos desconocidos sabotearon el miércoles por segunda vez en tres meses el gasoducto egipcio que abastece a Israel y Jordania, provocando nuevamente la suspensión del aprovisionamiento a estos dos países, sus dos principales clientes de la región.

Este ataque con bomba se produjo dos semanas después de que las nuevas autoridades de Egipto decidieran revisar todos los acuerdos de gas, incluidos los firmados con el Estado hebreo, y abrir investigaciones sobre controvertidos contratos de venta de gas a este país.

El atentado fue en el centro de distribución y de exportación de gas hacia Israel y Jordania, situado a la altura de la localidad de Al Sabil, en la región de Al Arich, en el Sinaí, indicó la agencia oficial Mena.

Según una fuente de seguridad, la bomba fue activada por control remoto y produjo importantes llamas.

Majdi Taoufic, presidente de la compañía Gasco que administra el gasoducto, afirmó luego que el incendio había sido “controlado”.

En Israel, el ministro israelí de Infraestructuras, Uzi Landau, aseguró que el atentado no provocaría cortes de electricidad en el país.

“Hay aún una cierta cantidad de gas en el gasoducto, y vamos a utilizarlo; y luego la compañía de electricidad (israelí) deberá encontrar alternativas con nuestro propio gas o utilizando carbón o petróleo”, afirmó.

El 5 de febrero pasado, en medio de la revuelta popular contra el presidente egipcio Hosni Mubarak, un ataque contra el gasoducto había provocado la interrupción del abastecimiento.

Ningún grupo ha reivindicado aún el atentado, que se produjo a las 04H30 (02H30 GMT) en una región donde las relaciones son tensas con los beduinos que se quejan de hostigamiento y discriminación.

En el pasado, beduinos buscados por las autoridades lanzaron amenazas de sabotaje.

El ataque se produjo además en plena investigación de la fiscalía egipcia sobre controvertidos contratos con el Estado hebreo que han hecho perder a Egipto miles de millones de dólares.

La investigación llegó hasta el presidente derrocado Hosni Mubarak, que según la prensa local fue interrogado sobre este expediente la semana pasada, pero éste ha negado estar al tanto de los detalles de esos contratos firmados en 2005.

Sus dos hijos, Gamal y Alaa, de quienes se sospecha cobraron comisiones importantes para aprobar las exportaciones de gas egipcio hacia el Estado hebreo, también fueron interrogados sobre este caso. Ambos están presos en la cárcel de Tora, en El Cairo.

Dos ex ministros del Petróleo, Sameh Fahmi y Mahmud Latif, también detenidos, están acusados de haber hecho perder al Estado 714 millones de dólares al vender a Israel gas natural a un precio inferior al del mercado.

Egipto suministra el 43% del gas natural consumido en Israel, donde 40% de la electricidad es producida a partir de esta fuente de energía.

Jordania, que importa a diario de Egipto 6,8 millones de metros cúbicos de gas, utilizados en un 80% para la producción de electricidad, confirmó que el abastecimiento se había interrumpido.