Las torrenciales lluvias que azotaron el estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur) dejaron al menos cinco muertos y un número aún no precisado de damnificados, informó este sábado la prensa local en base a reportes de los cuerpos de rescate.

El fuerte temporal se desató la noche del viernes y agravó la situación de emergencia que en la semana había decretado Defensa Civil en toda la región. Las ciudades más afectadas fueron Fazenda Vilanova, Sapucaia do Sul y Novo Hamburgo.

Entre los fallecidos destacan tres niños que quedaron enterrados bajo escombros en Novo Hamburgo. En Fazenda Vilanova, un agricultor murió cuando el galpón en el que se encontraba se derrumbó por las precipitaciones, que estuvieron acompañadas por vientos de hasta 80 kilómetros por hora.

En la región serrana de Igrejinha, un deslizamiento se llevó seis casas matando a una mujer y dejando 20 heridos. Otro hombre murió electrocutado por contacto con cables de alta tensión que cayeron al suelo.

El estado de calamidad sería decretado en las próximas horas.

Hasta la madrugada del sábado, cerca de 100.000 familias estaban sin servicio de energía eléctrica, indicó el sitio G1 de O Globo.

El Instituto Nacional de Metereología pronosticó para el sábado más lluvias y fuertos vientos, y en algunas regiones incluso granizo.