La ex atleta noruega Grete Waitz, ganadora nueve veces del maratón de Nueva York y campeona mundial en 1983, murió este martes a los 57 años por un cáncer contra el que luchaba desde hace más de cinco años, anunció su Fundación, Aktiv Moto Kreft (“Activos contra el Cáncer”).
“Se apagó esta noche en el hospital”, declaró a la AFP Helle Aanesen, cofundadora de la Fundación. Waitz estaba siendo tratada de un cáncer desde 2005 y era la fondista más laureada de Noruega.
Fue campeona mundial de maratón en 1983, en la primera edición en Helsinki, y subcampeona olímpica en Los Ángeles-1984, pero su gran éxito fue el maratón de Nueva York, donde ganó nueve veces, entre 1978 y 1988. En el maratón de Londres fue campeona en dos ocasiones, 1983 y 1986.
En Nueva York se le recuerda como una de las figuras míticas de su prestigiosa prueba atlética y un medio maratón que se disputa anualmente en Central Park lleva su nombre, como homenaje, el “Grete’s Great Gallop”.
Entre sus logros figuraba también haber batido el récord del mundo de los 3.000 metros dos veces, en 1975 y 1976, y haber ganado el título mundial de cross cinco veces. Su impresionante palmarés incluía además 33 títulos de campeona de Noruega en distintas pruebas.
Grete Waitz militó además activamente por la presencia de las mujeres en las prueba de larga distancia, durante muchos años reservadas en la élite a los hombres.
El presidente de la Federación Noruega de Atletismo, Svein Arne Hansen, dijo tras conocer su muerte que se trataba de la “más grande atleta noruega de todos los tiempos”. “No sólo lo es por sus actuaciones deportivas, sino también como modelo para el deporte femenino”, subrayó en un comunicado.
Fuera de las pistas, Waitz fue popular en su país en los últimos años como una abanderada de la lucha contra el cáncer, principalmente a través de su Fundación, que creó en el año 2007.
“Ella deseaba centrar la menor atención posible sobre su enfermedad en concreto, contra la que trabajó incansablemente hasta el final, para centrarse en ayudar a los demás en su combate contra el cáncer”, subrayó la Fundación este martes en otro comunicado.
“Estaba convencida de que la actividad física contribuía a prevenir el cáncer y a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad”, añadió.