El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de Francia, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico David Cameron consideran “imposible imaginar que Libia tenga futuro con Gadafi”, en una tribuna común publicada el viernes en cuatro diarios.

“No se trata de echar a Gadafi por la fuerza. Pero es imposible imaginar que Libia tenga futuro con Gadafi (…) Es impensable que alguien que ha querido masacrar a su pueblo juegue un papel en el futuro gobierno libio”, escriben los mandatarios.

“Eso condenaría además a Libia a ser no sólo un Estado paria, sino también un Estado fallido”, añaden los tres dirigentes en la tribuna publicada en el diario francés Le Figaro, el Times de Londres, el International Herald Tribune y Al-Hayat. Los mandatarios estiman que “todo compromiso que lo dejara en el poder (a Gadafi) se traduciría en más caos y anarquía”.

Para acelerar la partida del líder libio, Obama, Cameron y Sarkozy consideran que “la OTAN y los socios de la coalición deben continuar sus operaciones para que se mantenga la protección de los civiles y aumente la presión sobre el régimen”.

“Entonces podrá comenzar una verdadera transición de un régimen dictatorial a un proceso constitucional, abierto a todos con una nueva generación de dirigentes”, agregan.

Si bien consideran que la ONU y sus miembros deberán “ayudar al pueblo libio a reconstruir lo que fue destruido por Gadafi”, los cuatro mandatarios recuerdan que “es el pueblo libio, y no las Naciones Unidas, el que escogerá su nueva Constitución, elegirá a sus nuevos dirigentes y escribirá el próximo capítulo de su historia”.

“Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos no dejarán de aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad para que el pueblo libio pueda decidir su futuro”, insisten.

Incluso si repiten que “Gadafi debe partir, en forma definitiva” para permitir esta transición, Cameron, Sarkozy y Obama reclaman en lo inmediato “un fin real a la violencia que se traduzca en hechos y no palabras”, estimando que “el régimen debe retirarse de las ciudades que sitia (…) y devolver sus tropas a sus cuarteles”.

Al menos 13 personas, entre ellas cuatro egipcios, murieron y 50 resultaron heridas el jueves en un ataque de las fuerzas leales al régimen libio en la zona portuaria de Misrata, en poder de los insurgentes, al este de Trípoli, según un responsable de la rebelión.

En una reunión celebrada el jueves en Berlín, la OTAN se comprometió a “hacer todo lo posible” para proteger a los civiles libaneses de las tropas de Muamar Gadafi, pero no logró movilizar los aviones que necesita para cumplir con su misión. Estados Unidos se ha negado a volver a la primera línea de la operación militar, según el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé.