El presidente sirio Bashar al Asad se abstuvo de comprometerse en la puesta en marcha de reformas mayores, como tampoco mencionó el fin del estado de emergencia vigente en su país desde 1963, en el discurso el miércoles ante el parlamento y retransmitido por la televisión.

Al Asad dijo que Siria enfrenta una “conspiración” en su alocución ante el Parlamento, su primera intervención pública desde el comienzo de las manifestaciones en su contra el 15 de marzo.

“Esta conspiración es diferente en su forma y por el momento elegido por lo que ocurre en otras partes en el mundo árabe”, señaló, estimando que los enemigos del país habían aprovechado la situación para sembrar el caos.

“Siria no está aislada de la región (…) pero no somos una copia de los otros países” agregó.

“Somos totalmente favorables a las reformas. Es el deber del Estado. Pero no somos favorables a las disensiones”, prosiguió, antes de indicar que la lucha contra la corrupción y el desempleo son la “prioridad” del próximo gobierno.

Las declaraciones del presidente sirio fueron recibidas por ovaciones de los diputados que gritaron “con nuestra sangre, con nuestra alma, nos sacrificaremos por ti Bashar”.

El anuncio de la derogación del estado de emergencia, de nuevas leyes sobre los medios y el pluralismo político eran esperados en este discurso, que sin embargo concluyó sin referencia a reformas concretas.

“Hubo una serie de medidas que fueron anunciadas el jueves. Serán sometidas a la discusión pública y en el seno de las instituciones, y hay otras ligadas al refuerzo de la unidad nacional, a la lucha contra la corrupción y a la creación de empleos que serán la prioridad del nuevo gobierno”, dijo el presidente.

Entre las reformas cuya inminencia había sido anunciada el jueves por la consejera de la presidencia Buseina Shaaban, figuran el levantamiento del estado de emergencia, una ley sobre el pluralismo de los partidos políticos y la flexibilización de la ley sobre los medios de información.

“Los que se han opuesto a las reformas son los corruptos. Nuestro reto ahora es definir la naturaleza de las reformas que queremos lograr. No podemos evitar las reformas porque el inmovilismo destruye el país”, agregó.