La zona de evacuación de la población alrededor de la central nuclear japonesa accidentada de Fukushima tendría que ser ampliada al menos 10 kilómetros a raíz de la radiactividad, estimó el miércoles la organización ecologista Greenpeace.

La zona de evacuación alrededor de la central nuclear cubre actualmente un radio de 20 kilómetros, y el gobierno recomendó retirarse asimismo a las personas que viven en una zona comprendida entre 20 y 30 kilómetros, pero sin obligarlas.

Según Greenpeace, que efectuó análisis de radiactividad más allá de 20 kilómetros, las zonas contaminadas no están repartidas de forma uniforme, y algunos lugares situados a una distancia de más de 40 kilómetros de la central son más peligrosos que otros situados en la zona prohibida.

Greenpeace dijo que había registrado 100 microsieverts por hora en la zona rural de Tsushima, que teóricamente no está concernida por las medidas de evacuación.

“Esto quiere decir que alguien podría sobrepasar la dosis anual máxima de 1.000 microsieverts en aproximadamente 10 horas”, declaró en conferencia de prensa dada en Tokio Jan van de Putte, uno de los dirigentes de Greenpeace.

Citó otros análisis inquietantes y estimó que existe una “contradicción entre las cifras y la ausencia de acción de las autoridades para proteger a la población”.

“En un contexto ideal, la zona de evacuación tendría que ser muy amplia. Pero estamos en un contexto de urgencia”, dijo, agregando que Greenpeace recomienda “para empezar una zona de evacuación de al menos un radio de 30 kilómetros y, más allá de esa zona, el alejamiento prioritario de los niños y de las mujeres embarazadas”.