Bélgica igualó el martes el récord del mundo iraquí de la más larga crisis política, tras 289 días sin gobierno, una situación que favorece a los independentistas flamencos al demostrar que el país puede prescindir de un Estado central fuerte.

En 2010, los iraquíes habían tardado 249 días en alcanzar un acuerdo de reparto de poder entre chiitas, sunitas y kurdos, y 40 días más para investir al gobierno.

Los belgas por su parte eligieron a sus diputados el 13 de junio de 2010. El récord de los 249 días ya fue “celebrado” el 17 de febrero con una “revolución de la patata frita” que congregó a varios miles de personas, sin provocar ninguna reacción de los partidos políticos.

Ahora se alcanza el verdadero récord del mundo de los 289 días. Sin embargo, un acuerdo entre los partidos flamencos, que reclaman una mayor autonomía regional, y los francófonos, que la rechazan, sigue pareciendo tan lejos como antes.

Miles de estudiantes volvieron a expresar este martes su hastío frente a este bloqueo político, organizando concentraciones festivas en las plazas de siete ciudad universitarias, rebautizadas para la ocasión “plazas de la patata frita”.

Uno de los pocos símbolos nacionales belgas que subsiste, la patata frita sirve ahora de estandarte de la unión de los que se oponen a la partición del país.