El presidente Barack Obama afirmó este lunes que carece de la potestad para frenar las deportaciones de los inmigrantes ilegales de Estados Unidos, pero reiteró que su gobierno está enfocado en expulsar a los criminales, durante un foro público con estudiantes hispanos.
“Con respecto a la noción de que yo puedo suspender las deportaciones a través de una orden ejecutiva, no es correcto, porque hay leyes que el Congreso ha aprobado”, señaló Obama, quien contestó preguntas de estudiantes y maestros en la escuela multicultural Bell en la capital estadounidense.
“Estados Unidos es un país de leyes, lo que significa que yo como presidente estoy obligado a hacer cumplir la ley. No tengo opción. Es parte de mi trabajo”, afirmó el mandatario, según la transcripción del evento divulgada por la Casa Blanca.
Organizaciones de defensa de los inmigrantes han criticado a Obama, cuyo gobierno ha deportado a un número récord de indocumentados.
Estados Unidos deportó en 2010 la cifra inédita de 392.000 inmigrantes indocumentados en 2010, pero las autoridades destacan que 195.000 de ellos tenían cargos penales.
“Estamos enfocados principalmente en los criminales. Así que nuestras cifras de deportación de criminales han subido 70%. Las deportaciones de las personas no criminales han disminuido”, dijo Obama.
El mandatario reiteró su compromiso con una reforma migratoria integral, que según ha manifestado anteriormente debería abrir una vía para la regularización de los casi once millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, la mayor parte de ellos hispanos.
Asimismo, dijo creer que “todavía podemos lograr” una reforma parcial conocida como Dream Act que proporcionaría estatus migratorio condicional a las personas que vinieron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años y estudien o ingresen al Ejército.
Esa ley fracasó en diciembre pasado en el Congreso, donde tampoco tuvieron éxito iniciativas de reforma migratoria en 2006 y 2007.
Durante el evento en la escuela Bell, Obama resaltó que su gobierno se esfuerza por mejorar la educación de los hispanos, en el marco de su empeño por impulsar la educación en general en el país y hacer que Estados Unidos sea más competitivo en el mundo, ante el avance de economías emergentes.
Unos doce millones de niños y jóvenes hispanos estudian en colegios primarios y secundarios públicos estadounidenses, un 22% del total.
Pero sólo la mitad de los hispanos se inscribe en instituciones de educación temprana, sólo la mitad de los estudiantes latinos completa su educación secundaria a tiempo, apenas un 13% del total de latinos tiene un diploma universitario y sólo 4% concluyeron estudios de posgrado.