Un nuevo denunciante de presuntos abusos del sacerdote Fernando Karadima declaró este lunes en calidad de testigo ante la Ministra en Visita del caso Jessica González.

Se trata de Francisco Gómez, quien perteneció a la Parroquia El Bosque entre los años ’80 a ’82 y aseguró haber sido víctima de actos impropios por parte del clérigo, aunque -aclaró- en un grado más suave que los querellantes que actualmente se conocen.

Según contó se trataba de manoseos en la zona genital y besos cerca de los labios.

En ese marco, Gómez recordó que en esa época había muchos sacerdotes, que hoy son obispos, que estaban presentes cuando se realizaban los abusos. Entre ellos destacó al obispo Castrense Juan Barros y al de Talca Horacio Valenzuela.

En todo caso advirtió que no se hará parte del proceso ni presentará querella, pues su interés es sólo dar a conocer su testimonio al tribunal.

Consultado sobre por qué no dio cuenta antes del hecho, Gómez recordó que en el año ’84 escribió, junto a un grupo de jóvenes, una carta al entonces Arzobispo de Santiago, Cardenal Juan Francisco Fresno, en la que detallaba los hechos que vivió. Sin embargo, aseguró que esa misiva fue eliminada de los registros del arzobispado.

Además de Soto también declaró Carlos Espinoza, miembro de la parroquia Jesús Carpintero de Renca, quien el año pasado denunció el pago de dinero por parte del sacerdote Diego Ossa, cercano a Karadima, con el fin de silenciar una relación entre ambos.

Finalmente la magistrada citó a declarar a la actual cocinera de la parroquia El Bosque, Ana Riquelme, quien aseguró no conocer detalles respecto de los abusos al interior del templo, aunque dijo que sólo trabaja ahí desde el pasado 18 de abril.