La Alianza Atlántica empezó a patrullar las costas de Libia a pedido de Naciones Unidas para cerrar “la principal puerta de entrada” de armas a ese país, explicó en Nápoles (sur de Italia) el almirante italiano a cargo de la operación.

“La vía marítima es el medio más directo, fácil y rápido para hacer llegar armas a Libia. Estamos cerrando esa vía de acceso”, aseguró el almirante italiano Rinaldo Veri, encargado de la operación que controla el embargo de armas a ese país del Norte de Africa, bautizada Unified Protector.

El oficial italiano coordina la logística desde la central operativa de la OTAN, cerca de Nápoles.

“Esperamos cerrar todas las ventanas. Una cosa es segura: Vamos a cerrar la puerta principal de entrada”, precisó el almirante italiano.

Para el superior de la armada italiana se trata de impedir también todo tráfico de municiones, así como la entrada o salida de Libia de mercenarios.

La OTAN movilizó sus medios marítimos en el marco de la resolución de la ONU que tiene como objetivo “poner fin a los ataques contra civiles en Libia”.

Pero la decisión sobre si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) asumirá el mando militar o un rol de coordinador de la intervención en Libia todavía debe ser tomada por las 28 naciones aliadas.

Algunos países miembros como Italia, Bélgica, Canadá, Dinamarca y Noruega reclaman que la OTAN tome el relevo de Estados Unidos y se ponga al frente de todas las operaciones.

La organización desplegó ya 16 unidades navales: un buque de comando italiano, 10 fragatas (cuatro turcas, una de Canada, España, Reino Unido, Grecia, Italia y Estados Unidos), tres submarinos (España, Italia y Turquía) y dos naves auxiliares (Italia y Turquía).

La misión garantizará “la circulación” de las naves autorizadas a entrar o salir de Libia y reconoce que “se podrán usar todos los medios necesarios” para interceptar y registrar eventuales naves sospechosas.

“Si creemos que una nave está violando el embargo, podría ser necesario abordarla con militares armados. Si encontramos resistencia, el uso de la fuerza podría ser necesaria”, admitió.

El ministro de Defensa italiano, Ignazio La Russa, explicó que “el comando táctico está a cargo del almirante Veri, por ser el comandante naval de la OTAN en Nápoles, quien a su vez depende del almirante estadounidense, Samuel Locklear”.

Las fuerzas involucradas en la operación Unified Protector tienen “un conocimiento profundo del Mediterráneo” y disponen de equipos adecuados y experimentados para interceptar naves, recalcó por su parte Veri.

Las naves se encuentran en aguas internacionales frente a las costas libias, escoltadas por aviones de apoyo y cazas capaces de interceptar aviones sospechosos.