Un grupo de 33 países del Caribe participan desde el miércoles en el primer ejercicio de alerta simulado de tsunami que se realiza en la región, sujeta al riesgo de este fenómeno natural que devastó a Japón días atrás, informaron los organizadores.

El ejercicio, denominado “Ola Caribe 11″, no involucra a comunidades y tiene como objetivo determinar si la región está lista para responder a la eventualidad de un peligroso tsunami.

Para ello se buscará verificar la efectividad de los sistemas de alerta y control entre todas las agencias responsables del manejo de una emergencia.

Y se revisarán la rápida y eficaz transmisión de información, los planes de evacuación y las campañas educativas de manejo de riesgo en las escuelas.

El ejercicio se iniciará cuando las naciones del Caribe reciban un aviso de alerta de tsunami a raíz de un terremoto ficticio de magnitud 7,6 frente a las costas de las Islas Vírgenes estadounidenses.

Boletines emitidos por el centro estadounidense de alerta de tsunami de la costa oeste y Alaska, para Puerto Rico y las Islas Vírgenes, y por un centro de alerta del Pacífico, localizado en Hawai, para el resto de la región, deberán disparar de inmediato el funcionamiento de todo el sistema de protección previsto.

“El terremoto y tsunami que devastaron Japón han demostrado lo esenciales que son los sistemas de alerta”, dijo la directora general de la Unesco, Irina Bokova.

“En este contexto, el desarrollo de un sistema coordinado en el Caribe es más relevante que nunca, y permitirá a países con costa prepararse ante la eventualidad de un desastre y salvar vidas humanas”, agregó.

Las autoridades buscan verificar el funcionamiento de un Sistema de Alerta de Tsunamis y Riesgos Costeros para el Caribe y las regiones adyacentes, establecido en 2005 por los países del área en colaboración con una comisión oceanográfica intergubernamental de la Unesco.

En los últimos 500 años, unos 75 tsunamis se produjeron en el Caribe, lo que representa un 10 por ciento del total de tsunamis ocurridos en el mundo en ese período, según la Agencia Oceanográfica y Atmosférica estadounidense (NOAA, su sigla en inglés).

Tsunamis causados por terremotos, desprendimientos de tierra, o de origen volcánico, causaron la muerte de unas 3.500 personas en la región desde mediados del 1800, dijo la NOAA.