El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se convirtió el pasado 14 de noviembre en el campeón del Mundial de Fórmula 1 más joven de la historia de la disciplina, pero sigue teniendo hambre de éxitos de cara a esta temporada, en la que es el principal favorito.

Haberse proclamado campeón en 2010 con sólo 23 años, 4 meses y 11 días no le ha hecho cambiar de manera de ser, a diferencia de otras estrellas del campeonato, porque el germano, pese a ser el centro de atención, sigue mostrándose sonriente y accesible.

“Lo más importante es aprender a decir ‘no’. Tengo muchas solicitudes de entrevistas o de eventos, me gustaría darle el gusto a todo el mundo, pero eso no funciona. Hay que saber decir ‘en otra ocasión’ o ‘el año próximo’”, explicaba el alemán en los últimos ensayos de pretemporada en el circuito de Montmeló, cerca de Barcelona.

En Cataluña ya se veía al campeón Vettel rodeado del séquito de cámaras y periodistas que acompañan a las estrellas de la Fórmula 1, pero en una entrevista con cuatro diarios europeos publicada hace un par de domingos en el diario español Marca, el alemán seguía mostrándose sereno, con los pies en suelo, pese a su nuevo estatus.

Preguntado sobre su motivación, tras haber conseguido un título mundial tan temprano en su carrera, el alemán dijo que quiere “seguir ganando”.

“Es tan simple como eso. Sí, es verdad, mi sueño siempre fue ser campeón y con el tiempo me iré dando cuenta de lo que significó lo que conseguí el año pasado. Pero no me levanto cada mañana y me hago esa pregunta ¿Y ahora qué?”, contó.

“Como deportista siempre se está acostumbrado a buscar algo. Cuando tienes un problema intentas resolverlo y cuando lo haces buscas el siguiente reto. Vas carrera a carrera. No miras atrás demasiado. Mirar atrás es bonito, te vienen a la cabeza muchas emociones, pero cuando subes al coche sólo piensas en ser dos décimas más rápido que los demás”, comentó.

El alemán, lo que no quiere hacer es, sobre todo, dejarse llevar por el triunfalismo, y desde la presentación de su monoplaza para 2011, el RB7, el pasado 1 de febrero en Valencia (este de España), ya daba muestras de su actitud.

“Lo que conseguimos nos hace estar, a todos, muy orgullosos. Nadie puede quitárnoslo. Es algo enorme. Pero todo el mundo parte de cero (en 2011). Será una larga y difícil batalla”, anunció Vettel, agregando que “la motivación no será un problema”.

Un mes y cuatro sesiones de ensayos más tarde, su Red Bull ya ha confirmado su potencial, aunque Vettel, que logró en 2010 ir más rápido que ninguno de sus rivales, firmando hasta 10 ‘poles position’ de 19, no tendrá un monoplaza tan dominante esta temporada.

Aún así, Red Bull ha puesto a su disposición los medios técnicos necesarios para superar a los mejores. “Este año nuestro coche se porta bien en términos de fiabilidad, al menos en velocidad” en las pruebas de pretemporada, según se felicitó el alemán, que ve en ese detalle una “buena señal”, respecto a los numerosos problemas mecánicos que tuvo su monoplaza en 2010.

Lo que aún está por saber es si Vettel seguirá teniendo en el australiano Mark Webber un compañero de equipo fiel, pese a que el año pasado las relaciones fueron complicadas por la competencia entre ambos.

“Es el mismo juego. Él tratará de ganarme. Yo trataré de ganarle. Es un regreso a la normalidad”, apuntó el alemán. Y es precisamente con normalidad que el vigente campeón del mundo se muestra ambicioso, y como si nada, ya anunció “querer traer otro título a casa”.