Los egipcios acudieron masivamente a las urnas el sábado en un referéndum sobre la reforma constitucional, primera votación desde la caída del presidente Hosni Mubarak, durante la cual el opositor Mohamed ElBaradei fue atacado por islamistas a pedradas.

El premio Nobel de la Paz fue alcanzado por al menos una piedra en la espalda. Manifestantes islamistas gritaban “No te queremos” a su llegada esta tarde al colegio electoral del barrio de Moqatam, en el este de El Cairo, y lanzaron piedras, agua y zapatos en su dirección, comprobaron periodistas de la AFP.

ElBaradei es muy respetado en el todo el mundo por su trabajo diplomático al frente de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), pero durante el régimen del derrocado Mubarak fue criticado por sus repetidos viajes al extranjero y acusado de desconocer la realidad egipcia.

Los egipcios acudieron en masa el sábado a votar en referéndum la revisión de su Constitución, en el primer veredicto popular sobre los proyectos de transición elaborados bajo la égida del ejército.

Unos 45 millones de electores estaban llamados a las urnas, que cerraron a 19H00 (17H00 GMT). El escrutinio comenzó inmediatamente después y los resultados se darán a conocer el domingo, según la comisión electoral.

En El Cairo se formaron colas de varias decenas de personas en cuanto abrieron los centros de votación, mientras la radio difundía mensajes llamando a la población a participar en la consulta porque “su voto cuenta”.

Esto contrastó con la abstención masiva que caracterizaba las elecciones en la época de Mubarak, acusado frecuentemente de masivos fraudes.

El jefe de la Liga Árabe, Amr Musa, de nacionalidad egipcia y con ambiciones presidenciales, se congratuló por la alta participación.

“Poco importa que la gente vote sí o no. Lo importante es que la gente se desplace. Necesitamos un nuevo Egipto” declaró Musa, un adversario de la reforma propuesta.

“Es un día de alegría. Antes, teníamos resultados ya preparados con antelación, ahora nadie puede pronosticar un resultado”, declaró por su lado el guía de los Hermanos Musulmanes, Mohamad Badie, tras emitir su voto.

Añadió que su movimiento, que es favorable a la reforma, aceptaría el veredicto de las urnas, sea cual fuere.

Los partidarios de la revisión son favorables a una rápida transición con cambios limitados de la Constitución, mientras que el campo adverso aboga por una nueva ley fundamental, aunque ello requiera más tiempo.

“Tengo 67 años y es la primera vez que voto. Necesitamos una nueva Constitución, y hay que dar tiempo para que los jóvenes que hicieron la revolución puedan formar partidos”, afirmó Mohamed Mahmud, un jubilado opuesto a la reforma.

ElBaradei señaló que las enmiendas sólo se aplicaban a “detalles sin importancia”, que no cuestionaban los mecanismos institucionales del antiguo régimen.

Las principales reformas afectan a los mandatos presidenciales, que quedarán limitados a un máximo de dos, de cuatro años cada uno (en la actualidad son ilimitados y de seis años). También se flexibilizan las condiciones de las candidaturas.

Las enmiendas fueron elaboradas por una comisión de juristas designada por el ejército, a cargo de la dirección del país desde la dimisión de Mubarak bajo la presión de una revuelta popular. Las fuerzas armadas se comprometieron a establecer un régimen civil, elegido democráticamente.

En caso de que se rechace la reforma, los militares hicieron saber que realizarían una “declaración constitucional limitada” para organizar la continuación de la prometida transición a la democracia, sin dar más detalles.