La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton se entrevistó este miércoles en El Cairo con los dirigentes egipcios para alentar las reformas democráticas en este país, aliado clave en la región, tras la revuelta popular que derribó al presidente Hosni Mubarak.

Por la mañana, Clinton se entrevistó con el primer ministro Esam Charaf y posteriormente está previsto que lo haga con el mariscal Husein Tantaui, jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas en el poder y encargado de asegurar la transición hacia un sistema democrático.

“Estados Unidos está listo a aportar todo el apoyo posible para que lo ocurrido en la plaza Tahrir sea una realidad en todo Egipto”, aseguró tras entrevistarse con Charaf.

Clinton visitó luego la plaza Tahrir de El Cairo, centro de la sublevación popular, donde decenas de transeúntes se agruparon para saludar a Clinton.

Empleados egipcios de la embajada estadounidense acompañaron a Clinton, contándole cómo se desarrolló el movimiento de protestas que hizo caer a Mubarak, que era un aliado clave de Estados Unidos en la región.

“Ver el lugar donde la revolución se desarrolló (…) es algo extraordinario para mí”, declaró Clinton, agregando que “es un buen llamamiento de la pujanza (…) de la aspiración universal por la libertad, los Derechos Humanos y la democracia”.

En el primer día de su visita al país, el martes, y en un esfuerzo por mantener las estrechas relaciones con El Cairo, Clinton instó a Egipto a continuar con sus esfuerzos hacia la democratización, prometiendo ayuda económica estadounidense.

La visita sin embargo no ha sido bien recibida por todos los movimientos egipcios implicados en la revuelta, iniciada el 25 de enero y que obligó a Mubarak a ceder el poder tras 30 años.

Los opositores al régimen reprochan a Estados Unidos su apoyo a Mubarak, aliado regional estratégico especialmente en lo referente a la seguridad en Israel, antes de su repentino cese.

La Coalición de la Revolución del 25 de enero, una formación que une a los principales movimientos juveniles, rechazó entrevistarse con Clinton, denunciando la “débil posición de la administración estadounidense al inicio de la revolución en virtud de su relación de proximidad con el presidente depuesto”.

Esta organización también criticó “la ayuda y el apoyo de la administración estadounidense a numerosos regímenes represivos y no democráticos en la región”.

Los egipcios están llamados convocados a las urnas el próximo sábado para votar una reforma de la Constitución que dé paso a unas elecciones y abra la vía al regreso del poder civil en el país.

Sólo el potente movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, el más organizado de los partidos de la oposición, ha llamado a votar “sí” en el referéndum, mientras que el resto de formaciones consideran insuficiente la reforma constitucional.