Las fuerzas de seguridad lanzaron el sábado gases lacrimógenos para dispersar a unos 300 manifestantes que gritaban consignas antigubernamentales ante el ministerio del Interior en la capital de Túnez, constató la AFP.

Esta nueva concentración ocurre al día siguiente de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad tunecinas y grupos de manifestantes que habían tratado de penetrar en el ministerio y que habían incendiado o saqueado tres comisarías en el centro.

Un importante dispositivo policial dispersó rápidamente a los manifestantes y pedía a la gente que se encontrara en la calle que volviera a sus casas.

Varios policías vestidos de civil y con el rostro tapado por pasamontañas, con bastones de madera, se lanzaron en las calles perpendiculares a la avenida de Habib Burguiba donde se encuentra el ministerio del Interior, buscando manifestantes.

Un número importante de coches de policía circulaba también en el centro donde la entrada de las calles estaba bloqueada por los policías.