Un avance que podría pavimentar -o mejor dicho, plastificar- el futuro a dispositivos electrónicos más económicos y versátiles fue anunciado por científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, tras fabricar una película plástica capaz de conducir la electricidad con la misma eficiencia de un súperconductor.

Imagen: Adam Micolich | Physorg.com

Imagen: Adam Micolich | Physorg.com

El producto se logró al mezclar una delgada película metálica sobre una lámina de plástico, fusionándolos sobre la superficie con ayuda de un rayo de iones. Se trata de un procedimiento con el que se venía experimentando desde la década de los 80, pero cuyo éxito había sido limitado hasta ahora, recoge el portal Physorg.com.

“Lo que hemos sido capaces de hacer es usar un rayo de iones para modificar las propiedades de la película plástica de forma que pueda conducir electricidad con la misma eficiencia que los propios cables eléctricos, e incluso poder actuar como un súperconductor y permitir el paso de corriente eléctrica sin resistencia si se enfría a una temperatura lo suficientemente baja”, afirmó el líder del grupo de investigación, el profesor Paul Meredith.

“Este material es muy interesante ya que mantiene todas las ventajas de los polímeros, como su flexibilidad, resistencia y bajo costo, sumadas a la conductividad eléctrica, algo que no suele asociarse con el plástico. Abre nuevas puertas a la fabricación de plásticos electrónicos”, agregó otro de los investigadores, el profesor Adam Micolich.

“De hecho, podemos alterar su resistencia eléctrica en cerca de 10 grados de magnitud. En términos sencillos, eso significa que tenemos 10 mil millones de opciones para ajustar la receta cuando hacemos el plástico. En teoría, podemos fabricar plásticos que no conduzcan nada de electricidad, otros que lo hagan como el metal, o cualquier grado intermedio”, concluyó un tercer miembro del grupo, el doctor Andrew Stephenson.

Para demostrar la potencialidad del nuevo plástico, el equipo fabricó una serie de detectores de temperatura resistivos bajo estándares industriales, cuya precisión rivaliza o incluso supera a los tradicionales termómetros hechos de platino.