La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por la oposición republicana, votó en la madrugada del sábado recortar unos USD 61.000 millones en el gasto público.

La decisión, tomada por 235 a 189 votos, permite vislumbrar una dura batalla con la mayoría demócrata del Senado, donde hay oposición a muchos de los recortes aprobados.

Los recortes implican negar fondos para la reforma de atención de la salud impulsada por el presidente Barack Obama. Además, suponen medidas para impedir que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) regule industrias emisoras de gases de efecto invernadero, y para limitar el papel del gobierno en la educación.

Los demócratas, que votaron unánimemente en contra, estaban consternados.

“Desfinanciar la reforma de la salud va a perjudicar a miles de personas que represento en Wisconsin”, dijo el representante demócrata Tammy Baldwin.

Pero no todas las propuestas republicanas avanzaron. En la Cámara de Representantes no prosperó una iniciativa republicana de retener la contribución anual de Washington a las Naciones Unidas, impulsada por el representante Paul Broun, quien dijo que pagar esa cuota era como tirar el dinero por un “agujero”.

Estados Unidos es el mayor contribuyente de las Naciones Unidas: el año pasado aportó a la ONU 2,5 millones de dólares para el mantenimiento de las fuerzas de paz y los presupuestos ordinarios.