Decenas de miles de partidarios del régimen en Irán reclamaron el viernes la ejecución de las dos principales figuras de la oposición reformadora durante una oración en la universidad de Teherán, poco antes de una gran manifestación organizada por las autoridades.

Los partidarios del régimen iraní se concentraron para la oración en la Universidad de Teherán al grito de “Muerte a Musavi, muerte a Karubi” los principales líderes opositores, como preámbulo a la gran manifestación de “odio e ira” prevista para este viernes.

“Muerte a Musavi, muerte a Karubi” y “Musavi y Karubi deben ser ahorcados”, gritó la multitud antes del inicio de la oración de mediodía.

Las autoridades iraníes convocaron para después de la oración a una gran manifestación para expresar “su odio, su ira y su rechazo a los crímenes salvajes y repugnantes de los jefes de la sedición”.

Con el término “sedición”, el discurso oficial designa al movimiento de la oposición reformista dirigida por el ex primer ministro Mir Hosein Musavi y el ex presidente del Parlamento Mehdi Karubi desde la cuestionada reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad en junio de 2009.

Están previstas manifestaciones idénticas en las capitales de provincia, también después de la oración.

El campo conservador ha multiplicado los llamamientos a juzgar rápidamente e imponer un “severo castigo” a ambos dirigentes, que se encuentran bajo arresto domiciliario desde hace días, después de una manifestación antigubernamental prohibida que dejó dos muertos y varios heridos el lunes en Teherán.

En su oración semanal, el ayatolá ultraconservador Ahmad Janati, que dirige el Consejo de los Guardianes de la Constitución, se mostró más prudente al mismo tiempo que reclamaba sean sometidos a un régimen de residencia vigilada muy severa.

“Algunos dicen que deben ser colgados. Pero ya están colgados (políticamente, ndlr), ya no tienen ninguna reputación. Algunos piden que sean juzgados, la justicia actuará teniendo en cuenta los intereses” del poder, respondió Janati a los manifestantes.

“Pero lo que se debe hacer y se está haciendo, es cortar todo su contacto con la población. Hay que limitar sus idas y venidas, y que se les impida dar y recibir mensajes. Hay que cortar su teléfono, su internet. Que sean encarcelados en su propia casa”, agregó.

El jueves, el jefe de la autoridad judicial, el ayatolá Sadegh Larijani, acusó a Karubi y Musavi de “traición”, afirmando que la justicia les impediría ahora “publicar declaraciones”.

Los ataques de los conservadores en el poder contra esos dos opositores adquirieron mayor amplitud luego de una manifestación antigubernamental, la primera desde hace un año, que reunió a miles de personas el lunes en Teherán pese a su prohibición y al despliegue policiaco masivo.

Los llamados a un proceso rápido y un “castigo severo”, incluso “el ahorcamiento” de Karubi y Musavi, acusados de hacer el juego a Estados Unidos e Israel, enemigos jurados de Irán, aumentaron en el Parlamento, entre la clase política y el clero, e incluso entre los conservadores moderados y algunos reformadores.

En respuesta a las manifestaciones antigubernamentales del lunes, que causaron dos muertos y varios heridos por bala en condiciones que no han sido esclarecidas, las autoridades organizaron una contramanifestación en el centro de Teherán, luego de la oración del viernes.

Las autoridades indicaron que esta manifestación permitirá que “la población de Teherán (exprese) su odio, su furia y su asco ante los crímenes salvajes y repugnantes de los jefes de la sedición”, como se denomina oficialmente a Musavi y Karubi.