La UDI valoró la decisión del Gobierno de mantener en su cargo a la intendenta Van Rysselberghe, y explicó que las acusaciones sólo nacieron del interés de sacarla de una posible carrera senatorial. Mientras que RN fustigó a la UDI y reconoció que las relaciones entre los partidos del oficialismos están rotas.

Una jornada de reuniones y tensa espera se vivió en las sedes de los dos partidos del oficialismo, a la espera del anuncio del Gobierno sobre la permanencia de la intendenta del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselberghe, en su cargo.

Luego de la ratificación por parte del Ejecutivo, una serie de reacciones vino a hacer pública la fricción dentro del oficialismo por la polémica en la zona.

El presidente de la UDI, senador Juan Antonio Coloma, valoró la medida adoptada por La Moneda, y explicó que las acusaciones contra Van Rysselberghe son parte de una maniobra política.

El diputado y presidente de la directiva regional del Bío-Bío, Jorge Ulloa, criticó al Gobierno por la demora en la decisión.

El acento estuvo puesto en RN, donde el secretario general, Mario Desbordes, aclaró que Van Rysselberghe deberá asumir el costo político de la situación.

El vicepresidente de la tienda de Antonio Varas, Juan Pablo Camiruaga, reconoció que las relaciones con la UDI están en crisis.

Camiruaga agregó que no se ha acreditado ningún ilícito en el caso de Van Rysselberghe, y que el Presidente Sebastián Piñera, haciendo uso de sus facultades, determinó que no existían responsabilidades en torno a la asignación de subsidios.