Una huelga de choferes que intenta imponer de facto un aumento de tarifas del transporte público mantiene este miércoles virtualmente paralizada la ciudad de Cochabamba, centro de Bolivia, en medio de incidentes con vecinos opuestos a la medida, informaron diversas fuentes.

El paro de 24 horas “es en repudio a los ataques de los vecinos” que manifestaron el martes contra la suba de tarifas rompiendo parabrisas y faroles de taxis y buses, dijo el secretario ejecutivo de la Federación de Transporte de Cochabamba, Lucio Gómez.

Imágenes de la televisión mostraron temprano que miles de personas se desplazaban a pie a sus fuentes de trabajo, mientras las autoridades de educación ordenaron la suspensión de las clases escolares en previsión de eventuales incidentes.

Dirigentes de los choferes se apostaron en puntos neurálgicos de Cochabamba -ciudad de unos 600 mil habitantes y la tercera en importancia económica del país-, según las mismas imágenes, para forzar a sus compañeros a acatar la huelga.

La medida de los choferes choca con la oposición de los usuarios, organizaciones sindicales de trabajadores, maestros y juntas de padres de familia, además de los municipios de Cochabamba, 400 km al sudeste de La Paz.

Además, los sindicatos del transporte urbano de las ciudades de Oruro y Potosí comenzaron a aplicar un aumento unilateral de tarifas de hasta un 30%, mientras en Santa Cruz, la principal ciudad de Bolivia, también los choferes protestan para aumentar tarifas en los próximos días.