Definitivamente, el cliente no siempre tiene la razón. Existen restaurantes por ejemplo, cuyas prohibiciones pueden quitar a más de alguno el apetito.

El sitio Planeta Joy listó las 5 prohibiciones más insólitas en distintos locales de comida en el mundo:

Imagen: alacant.blocsciutadans.net

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NO comer vestido

Un guardaropa recibe todas tus prendas para ingresar tal como llegaste al mundo, de lo contrario te quedas fuera. Es la estricta norma del restaurante nudista Olivers de Valencia en España, la que se extiende a las demás instalaciones como el campo de golf, hotel y departamentos.

NO comer lo que pediste

Pides y pagas un helado pero te traen las papas fritas del pedido anterior. Así funciona el café Kashiwa Mystery de Japón, donde todos se sirven lo que pidió el cliente que te antecedió. Seguramente tu helado lo comerá quien entró atrás de ti, pero no podrás pedir nuevamente, sólo lo que te tocó y punto. La idea es conocer sabores “sorpresa” que de otra forma no conocerías.

NO entrar niños (en Disney)

En medio del gigantesco parque de Mickey Mouse, el restaurante Victoria & Albert’s del hotel Grand Floridian Resort & Spa, prohíbe el ingreso a menores de 10 años. La regla se aplica desde julio del 2008 con la idea de “garantizar una experiencia adulta”.

NO fumar …a menos que sea marihuana.

En todos los coffee shops de Holanda está estrictamente prohibido fumar tabaco desde julio del 2008. Sin embargo, la marihuana o el hachís son tan habituales que los locales se acondicionan para su consumo. De hecho, un hombre fue multado recientemente en un control de rutina por agregar tabaco a su cigarro de marihuana.

NO dejar comida en el plato.

Con premios y castigos un restaurante de Australia decidió terminar con “la molesta tarea” de tirar la comida que queda en los platos. La idea fue del chef Yukako Ichikawa en el restaurante japonés Surry Hills, donde se castiga con multa y la prohibición de volver a ingresar a quienes dejen demasiados restos de comida en el plato. Por el contrario se ofrecen descuentos a quienes sí obedecen la peculiar norma.