Un juez argentino ordenó suspender la venta de acciones de la petrolera YPF, controlada por la española Repsol YPF, hasta que se resuelva una demanda de 25.000 ex trabajadores de la firma que reclaman ser reconocidos como accionistas, informó una fuente judicial.

El juez federal Oscar Valentinuzzi, de la provincia de Córdoba (centro), ordenó la suspensión de la venta de acciones de la empresa YPF, a su accionista mayoritario Repsol YPF y al Estado argentino, precisó la fuente este jueves.

La suspensión de venta fue comunicada a la autoridad de los mercados financieros estadounidenses, la SEC, y a la Comisión Nacional de Valores de Buenos Aires.

La Federación de Extrabajadores de YPF viene realizando un reclamo en nombre de unos 25.000 representados y en diciembre pasado denunció a YPF ante la SEC por presunto “fraude y por ocultar a sus accionistas e inversores un reclamo valuado en aproximadamente 3.000 millones de dólares”.

La demanda se remonta a las condiciones de privatización de las empresas públicas en la década de 1990, durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), que contemplaba que en la venta de los paquetes accionarios de las firmas estatales, un 10% del capital social pasaba a propiedad de los empleados.

Según la demanda, la calidad de accionistas de los ex empleados fue desconocida en 1999, al adquirir Repsol el 98% del paquete accionario y en otra venta de acciones en 2008.

Repsol anunció en noviembre pasado su intención de desprenderse de hasta el 15% de su filial argentina YPF, de la que tenía alrededor de 82%.

El objetivo de Repsol es bajar en el capital de YPF, aunque manteniendo una participación mínima de 51% para conservar su control.

Las participaciones en YPF son actualmente 79,84% para Repsol, 15,46% para el grupo argentino Petersen (que adquirió esa participación a comienzos de 2008), 3,3% para dos fondos estadounidenses y el resto flotante.