Más de 3.000 integrantes del Ejército, la Infantería de Marina y la Policía iniciaron este fin de semana una ofensiva dirigida a la captura de los cabecillas de bandas criminales al servicio del narcotráfico en el norte de Colombia, reveló este lunes un vocero policial.

“Lo que estimamos es que directamente, contra las bandas criminales, independientemente del dispositivo de seguridad en la zona, hay por lo menos 3.000 efectivos”, de los cuales cerca de 1.000 son de la Policía, dijo el director de esa institución, general Oscar Naranjo, a la radio Caracol de Bogotá.

La denominada operación “Troya” está programada para los próximos 90 días y es una acción que debería permitir “capturar a los responsables y cabecillas de las bandas criminales, pero también a integrantes de estas estructuras y a la delincuencia común que gira alrededor de esas bandas”, indicó Naranjo.

El oficial aseguró que “la prioridad es neutralizar a estos delincuentes que están representando una amenaza grave para las comunidades y un desafío a las autoridades, y que adicionalmente no solamente generan violencia sino procesos de corrupción en las regiones”.

De acuerdo con Naranjo, la operación cubrirá una extensa zona de los departamentos de Antioquia, Córdoba y Sucre (noroeste y norte), en donde existe un estratégico corredor que tradicionalmente han pretendido controlar los narcotraficantes para movilizar la droga hacia el Pacífico.

A los 3.000 efectivos de la Policía, el Ejército y la Marina, se suman unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI), el servicio de Inteligencia y la Policía Judicial.

La operación fue ordenada por el presidente Juan Manuel Santos, quien a su vez convocó para las próximas horas un Consejo de Seguridad en Bogotá para analizar la situación de orden público en el país, deteriorada, según las autoridades, por la acción de las denominadas bandas criminales (Bacrim), al servicio del narcotráfico.

Según el mandatario, estas bandas, conformadas en su mayoría por miembros de los desmovilizados grupos paramilitares de extrema derecha, hacen presencia en al menos 16 de los 32 departamentos del país.