Los Pittsburgh Steelers y los Green Bay Packers disputarán este domingo en Dallas la 45ª Super Bowl, la final por el campeonato de la Liga Nacional estadounidense de Fútbol Americano, partido que este año se jugará entre amenazas de tormentas invernales, huelgas futuras y poca puntuación.

De la mano de su mariscal de campo estrella Ben Roethlisberger, los Steelers se abrieron camino a su tercer Supertazón en los últimos seis años y el octavo en la historia de la franquicia, tras ganar a los New York Jets la final por el título de la Conferencia Americana.
Los ‘hombres del acero’ ya se proclamaron campeones de la NFL en 2009.

Por su lado, los Green Bay se impusieron en la Conferencia Nacional al eliminar a los favoritos, los Chicago Bears, para asegurar el pase a su quinta final de campeonato y primera en 13 años.

La franquicia de la pequeña ciudad de Wisconsin (noreste de Estados Unidos) no se clasificaba para la Super Bowl desde 1998 y no gana un título de Liga desde 1997. Sus otras dos coronas fueron en 1967 y 1968.

Se predice que éste será una Super Bowl de baja puntuación, dado el carácter defensivo de ambos cuadros. Camino a la Super Bowl, los Pittsburgh apenas permitieron 14,5 puntos por encuentro a sus rivales, mientras que los Green Bay limitaron a los suyos a 15 tantos.

Por esta vez, los apoyadores de los dos dos equipos podrían robarle protagonisno al usual duelo entre mariscales de campo, relegando a un segundo plano a Roethlisberger y su némesis rival Aaron Rodgers.

“Estamos trabajando en situaciones de juego, los terceros intentos, la zona roja, usar las líneas con yardas cortas y la llegada a la zona de anotación”, dijo Mike Tomlin, entrenador jefe de los Pittsburgh, que ya guió a los Steelers a una victoria sobre Arizona (27-23) en la Super Bowl de 2008.

Por su lado, Mike McCarthy ha llevado a los Packers a los ‘playoffs’ en tres de sus cinco temporadas, la última de las cuales culminó con su primer viaje al gran partido desde la campaña de 1997. “Yo busco las grietas en las defensas para trazar el partido”, reveló McCarthy.

Este domingo será el primer partido de la Super Bowl entre los Steelers y los Packers, que se han enfrentando 13 veces en la temporada regular.

Mientras, fuera del estadio, la nieve sigue cayendo en profusión, obligando a los organizadores a tomar medidas extras de seguridad en torno al estadio. Siete personas fueron transportadas a hospitales el viernes, después de haber sido golpeadas por el hielo que cae desde el techo de los Cowboys Stadium, sede de la Super Bowl.

El área de Dallas-Fort Worth está siendo afectada por una de las peores tormentas invernales de los últimos tiempos, que han dejado hasta 15 centímetros de nieve en las calles aledañas al estadio. Se pronostica que para este domingo habrá un día soleado, con temperaturas entre 5 y 10º C, por lo que los organizadores decidieron mantener cerrado el techo retráctil del estadio.

Las malas condiciones meteorológicas están haciendo dificil el traslado de los seguidores de ambos equipos hacia Dallas. Además de carreteras cerradas, la aerolínea American Airlanes anunció la cancelación de 300 vuelos hacia esa ciudad.

Otro tema que amenaza a la NFL en un futuro no muy lejano es la probabilidad de que los jugadores vayan a la huelga de no resolverse el litigio salarial con los dueños de los equipo. El sindicato de jugadores reclama una mayor tajada de las ganancias de la Liga y pone de ejemplo los 3 millones de dólares que se cobrarán por 30 segundos de anuncios de televisión durante el partido.

El estadio Cowboys Dallas espera quebrar el récord de asistencia para un partido de la Super Bowl. Los organizadores esperan batir la marca del Supertazón de 1983, cuando 103.667 personas se reunieron en Pasadena (California) para ver a Washington vencer a los Miami Dolphins.

En nuestro país, miles se organizan para ver el partido en la comodidad de su hogar o en bares y pubs con otros fanáticos del deporte o quienes lo disputan competitivamente en Chile.

Este es el anticipo del partido con la visión de La Radio