El fiscal militar Carlos Torrealba confirmó que cerca de 10 oficiales que participaron de la instrucción de Carabineros en Curacaví, donde murieron los aspirantes Sebastián Andrés Pinuer Barría (19) y Julio Ignacio Ulloa Vargas (22), fueron interrogados.

Estas diligencias se realizaron con el fin de establecer qué hacían los aspirantes cuando presentaron problemas de salud, lo que derivó en el fallecimiento de ambos por causas que se investigan.

El fiscal sostuvo que está a la espera de pruebas clave por parte del Instituto de Salud Pública (ISP) y del Servicio Médico Legal (SML), de modo de desestimar algunas hipótesis en torno a este caso.

Preliminarmente, el mayor descartó la existencia de elementos relacionados a una sobrecarga física, por lo que dicha teoría estaría siendo desechada.

Entre las diligencias solicitadas al ISP se encuentran las muestras de agua del riachuelo ubicado en el campamento, con el fin de descartar la presencia de pesticidas, además de muestras de fecas y un detallado análisis de sangre de las víctimas para analizar una eventual intoxicación por elementos químicos.

En tanto, se solicitó un estudio toxicológico al SML para evaluar las muestras obtenidas.

Frente a esta investigación el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, llamó a la tranquilidad y a la confianza en que se obtendrán resultados claros en torno a la muerte de los dos aspirantes. Además, no descartó pedir una revisión a los programas de formación de Carabineros, especialmente, lo relacionado a la parte física y su fase de campaña.

Finalmente, el fiscal militar indicó que no se ha dado plazo para pronunciarse sobre la investigación y los eventuales procesamientos, pues aún existen una serie de diligencias pendientes.