Los beneficios del banco español Santander, líder en la zona euro por capitalización bursátil, cayeron un 8,5% en 2010 y alcanzaron los 8.181 millones de euros (11.300 millones de dólares), aunque en América Latina subieron un 25%, informó este jueves la entidad.

“Esta evolución está afectada por la entrada en vigor en el tercer trimestre de la nueva circular del Banco de España en materia de provisiones, cuyo impacto neto en las cuentas del banco ascendió a 472 millones. Sin dicha dotación, el beneficio habría bajado un 3%”, explicó el banco en un comunicado.

Estos resultados “ponen de manifiesto la sólida capacidad de generación de beneficios, que por cuarto año consecutivo superan los 8.000 millones (…) en el peor contexto económico en varias décadas, y se debe en gran medida a la diversificación geográfica y de negocios del grupo”, explicó el banco.

Se trata de “unos resultados que nos sitúan de nuevo en los primeros puestos de la banca mundial”, aseguró su presidente, Emilio Botín.

En 2009, los beneficios subieron un 0,7% respecto a 2008 y alcanzaron los 8.943 millones de euros (12.520 millones de dólares).

La caída del beneficio no se notó en América Latina, donde éste aumentó un 25%, situándose en 4.804 millones de euros. En esta región, el crédito se incrementó un 30% y los depósitos, un 28%.

Dentro de la zona, el beneficio de Brasil destacó, con una subida récord del 31% (2.836 millones de euros). Los créditos aumentaron un 32% y los depósitos, un 28%.

La diversificación geográfica del Santander aumentó en 2010, ya que ganó más peso América Latina, especialmente Brasil, y Reino Unido, frente a una menor presencia de España.

Los beneficios obtenidos en Europa Continental suponen un 35% del total (frente a un 48% el año anterior), los de Latinoamérica, un 43% (frente a un 36% el año anterior), los de Reino Unido, un 18% (frente a un 16% en 2009), y los de Sovereign (Estados Unidos), un 4%.

Los beneficios obtenidos en España supusieron un 15% del total en 2010 (frente a un 26% el año anterior) y los de Brasil, un 25% (frente a un 20% en 2009).