Los habitantes y turistas de la costa noreste de Australia aguardaban refugiados en sus casas y hoteles la llegada del ciclón Yasi, de intensidad máxima, prevista para el miércoles por la noche, el que podría provocar en esta región la peor tempestad de los últimos años.

El ciclón tropical Yasi, cuya intensidad se elevó a la categoría máxima 5, era esperado en la costa noreste para el miércoles, indicó la oficina de meteorología. “Su impacto debería ser el peor jamás observado en las últimas generaciones”, añadió.

Las autoridades pidieron a los habitantes que se quedaran en sus casas. “El tiempo de la evacuación terminó. Ahora la gente tiene que refugiarse donde se encuentra”, declaró la primera ministra del Estado de Queensland, Anna Bligh.

El diámetro del ojo del ciclón se estima en 35 km y su “frente” en 650 km. Está previsto que golpee de pleno una zona costera muy poblada, entre Cairns y Cardwell, dos ciudades de unos 130.000 habitantes cada una.

Sus vientos podrían alcanzar una velocidad de 280 km/h y sus violentas precipitaciones inundar las ciudades turísticas de esta costa, cerca de la gran barrera de coral.

El miércoles, Yasi se encontraba en el mar de Coral, a 400 km al noreste de la tierra, pero los violentos vientos empezaban a azotar la costa, diez horas antes de su llegada.

La primer ministro, Julia Gillard, dijo que Yasi podría ser el peor ciclón en azotar la costa australiana.

“Este es probablemente el peor ciclón que nuestro país haya conocido”, dijo, y añadió que toda Australia estará con Queensland.

Las autoridades pidieron a los habitantes de la zona que ya no trataran de huir y que se refugiaran en sus viviendas y hoteles hasta que Yasi pasara. Las autoridades les aconsejaron preparar “una habitación de seguridad”, con colchones, una radio y víveres.

“La gente tiene que saber que el techo de sus casas puede levantarse. Pero esto no afecta a la estructura de la casa”, declaró Ian Stewart, coordinador en caso de catástrofe en el Queensland. “Estarán empapados, pero es mucho más peligroso ceder al pánico y salir corriendo de casa que quedarse dentro”.

Los pacientes de dos hospitales de Cairns fueron evacuados por avión militar hacia Brisbane, más al sur. La actividad estaba suspendida en los aeropuertos y los puertos de las ciudades de la región.

Las calles de Cairns, que normalmente están repletas de turistas atraídos por la gran barrera de coral, estaban desiertas. Los siete refugios abiertos para acoger a los habitantes y veraneantes estaban llenos.

En Innisfail, una aldea de 10.000 habitantes al sur de Cairns, situada en el corazón de una región agrícola especializada en el cultivo del plátano y de la caña de azúcar, los soldados patrullaban las calles con altavoces, ordenando a los habitantes que no salieran.

Grandes nubes grises llenaban el cielo, en una atmósfera muy húmeda.

El tamaño y la intensidad de Yasi podrían superar ampliamente la del ciclón Tracy, que en 1974 devastó la ciudad de Darwin (norte), mató a 71 personas y destruyó el 90% de las viviendas.

El último gran ciclón que azotó el noreste de Australia es Larry, de categoría 4, que en 2006 destruyó las cosechas en la región agrícola de Innisfail.

En 2006, el ciclón Mónica, de potencia 5, evitó las zonas más pobladas y golpeó únicamente la península del Cabo York, en el extremo norte de Queensland, y se llevó por delante al 70% de los árboles.

El sur de Queensland, la región más afectada por las inundaciones de finales de 2010 y principios de 2011, escapará a Yasi porque su trayectoria se desvió al norte.