Dos explosiones, calificadas de “ataque terrorista” por el canciller sueco Carl Bildt, golpearon el sábado un barrio muy animado del centro de Estocolmo causando un muerto, al parecer el presunto autor.

Las dos explosiones se produjeron el sábado en la tarde. La segunda habría causado aparentemente la muerte del kamikaze.

Este hecho “constituye una tentativa muy preocupante de ataque terrorista en un barrio animado del centro de Estocolmo”, declaró Bildt en su Twitter.

“El ataque fracasó, pero habría podido ser verdaderamente catastrófico”, añadió el ministro, aludiendo a la gran cantidad de gente que frecuenta ese sector, y más ahora en este periodo de Navidad.

Estocolmo evitó el sábado una catástrofe al producirse un ataque terrorista fallido, recalcó Bildt en su mensaje.

En momentos en que Bildt publicaba sus comentarios, hacia medianoche la policía no había calificado las explosiones de crimen.

La policía criminal no había podido intervenir en el lugar de las explosiones, donde por el momento sólo estaban los artificieros, según la agencia sueca TT.

La agencia anunció el sábado en la noche que había recibido –diez minutos antes de las explosiones en el centro de Estocolmo– un mensaje electrónico en árabe y en sueco, amenazando con “próximas acciones”, sin precisarlas.

“Nuestras acciones hablarán por ellas mismas” anunciaba, según TT, el documento, que llamaba además a los muhayidin a sublevarse en Suecia y en Europa.

Dos explosiones se produjeron poco antes en el centro comercial de la ciudad causando un muerto y dos heridos leves, en circunstancias confusas.

Los servicios de inteligencia suecos, la SAPO, recibieron igualmente un correo electrónico.

El autor, del que TT no precisó si se había identificado, amenazó a los suecos con la muerte “así como mueren los musulmanes”.

“Ahora vuestros hijos, vuestras hijas y vuestras hermanas van a morir, así como mueren nuestros hermanos, nuestras hermanas y nuestros hijos”, añade el texto.

Estas acciones punitivas van a continuar “mientras ustedes no cesen vuestra guerra contra el Islam, vuestras degradaciones del Profeta y vuestro estúpido apoyo al cerdo de Vilks”, añade el documento en referencia a la presencia sueca en Afganistán y al caricaturista sueco Lars Vilks, varias veces amenazado de muerte por haber representado al profeta Mahoma como un perro.

El texto concluye con un llamamiento a los a la sublevación de los “muhayidin” en Suecia y en Europa: “es hora de responder, no hay que esperar más. Vengan con lo que tengan, así sea un cuchillo. No teman a nadie, no teman la cárcel ni la muerte.