El presidente del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, comentó que es de alcaldes del siglo antepasado el imponer sus miedos y creencias, por píldora del día después.

Esto luego que el alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón se negara a distribuir el fármaco de emergencia en su comuna.

Enríquez-Ominami comentó que por ejemplo en Vitacura, poseen más derechos sexuales y reproductivos que los barrios más pobres y que los habitantes Puente Alto, deben tener igualdad de acceso a la píldora.

El alcalde Ossandón defendió su postura de no distribuir la píldora, bajo el argumento que antes de campaña y después de ésta, públicamente su postura fue de no distribuir el medicamento, mientras la ciencia no se pusiera de acuerdo y existiera la duda de sus efectos abortivos.