El nuevo ministro de Defensa de Corea del Sur debe reformar completamente las capacidades militares de Seúl, para que sea posible una respuesta más rápida y más fuerte en caso una nueva agresión armada de Pyongyang, estimaba este sábado la prensa sudcoreana.
“El nuevo jefe de la Defensa tiene mucho paño por recortar”, indica el diario Korea Joongang, que advierte: “la credibilidad y las capacidades del ejército están fuertemente cuestionadas”.
El martes pasado, Pyongyang bombardeó la isla surcoreana de Yeonpyeong, matando a dos civiles y a dos soldados.
El ataque, de una intensidad sin precedentes desde la Guerra de Corea (1950-1953), evidenció las deficiencias en las fuerzas de Seúl y llevó a dimitir, el jueves, al ministro de Defensa, que fue sustituido el viernes.
“El gobierno, la población y el ejército han subestimado, todos, la potencia militar de Corea del Norte debido a la economía anémica” de este país, analiza el diario Korea Joongang.
“Nos hemos dado cuenta de que las tropas en la isla de Yeonpyeong no estaban equipadas de modo adecuado para responder con eficacia al ataque mortal de la artillería del Norte”, subraya The Korea Herald.
“El Sur debe hacerse de un poder de fuego aplastante y permitir que sus aviones de combate lancen contraataques”, abunda.
El diario The Korea Times también reclama una “reestructuración sistemática del ejército, que vive un período de perturbaciones.”
“Sin no se alienta a los soldados al tiempo que se reforma (el ejército), la nación va a una reiteración de la humillación frente al aventurerismo militar de Corea del Norte”, asegura.
Un ex jefe del estado mayor conjunto, Kim Kwan-Jin, fue nombrado el viernes ministro de Defensa por el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.
El nuevo ministro de Defensa sudcoreano es conocido por su sentido del comando y su experiencia en estrategia militar, después de haber servido durante 40 años al ejército.