Javier Rivas Erices de 33 años de edad, con domicilio en San Ignacio, era el trabajador de un aserradero que murió ahogado en el río Itata en Quillón, mientras se refrescaba e intentaba pescar en el lugar.

Había llegado a la comuna recién hace 5 días a trabajar, cuando en compañía de un amigo fue a pescar a las aguas del Itata en las inmediaciones del Fundo La Isla, a 4 kilómetros de la ciudad. Mientras instalaba una red, a 3 metros de la orilla sur del río lo arrastró la corriente, dijo su amigo que nada pudo hacer.

Bomberos rescató el cuerpo a 3,5 metros de profundidad. Carabineros dio cuenta a la Fiscalía de Bulnes, y se dispuso que el cuerpo fuera enviado al Instituto Medico Legal de Chillán para la autopsia.

Es el segundo caso, en lo que va de la temporada, en menos de 24 horas en la provincia de Ñuble, luego de que el martes falleciera en un tranque en Coelemu, Cristoffer Cotal Cotal, de 22 años, quién ingresó a un recinto particular y no habilitado para bañistas.