La ministra de Economía española, Elena Salgado, descartó “absolutamente” este lunes que España pueda sufrir un contagio de la crisis irlandesa, después de que Dublín solicitara el rescate económico a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Lo descarto. Con los datos que tenemos en la mano, lo descarto absolutamente”, dijo Salgado en una entrevista en la televisión privada CNN+, al ser preguntada sobre la posibilidad de que España pueda verse sometida a un contagio de la situación irlandesa o turbulencias financieras similares en los próximos meses.

“Tenemos un compromiso de reducción del déficit que estamos cumpliendo, tenemos unos ingresos que se están ajustando a lo que hemos presupuestado, tenemos un sector financiero que se ha demostrado sólido, que lo sigue siendo, que está en un proceso de reforma acelerada, que va a hacer que incluso se concentren entidades más fuertes y más solventes, si cabe”, añadió la ministra española.

Todo “eso es garantía de que no nos vamos a ver afectados en la misma manera que otros países”, aseguró en referencia a Irlanda o al caso griego.

Salgado consideró que es difícil explicar por qué los mercados europeos recibieron este lunes con bajas, la mayor de las cuales registró la bolsa española (-2,68%), la noticia del rescate, aunque “el hecho de que haya una inestabilidad política que se haya manifestado en que los socios de gobierno han pedido la convocatoria de elecciones y hasta donde yo sé el primer ministro las ha convocado para enero, no ha contribuido a calmar a los mercados”.

“Porque con independencia de las medidas que lleguen en los próximos días, es necesario que un gobierno las termine de llevar a la práctica, así que lo que hace falta es una determinación de que lo que se apruebe sea llevado a la práctica en los mismos términos en que se apruebe”, explicó.

La ministra española se ha pasado los últimos días lanzando mensajes tranquilizadores tratando de evitar un escenario como el de la pasada primavera, en que el ejecutivo español tuvo que acentuar su política de rigor y reformar su mercado de trabajo, afectado por la estela de preocupación generada por la crisis de la deuda griega.