Craig Toron en Stock.xchng

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¿Sabías que con quién forme pareja una persona no depende exclusivamente de sus preferencias? Y es que encontrar a la persona “ideal” es más difícil de lo que parece. Así lo establece un experimento que da cuenta que la mayoría de las veces los rasgos anhelados y los reales en una pareja no coinciden para ninguno de los 2 sexos.

De acuerdo a la investigación realizada por Alexandre Courtiol y un equipo de investigadores de las Universidades de Montpellier y Paul Sabatier, publicada en revista Plos One, tanto hombres como mujeres prefieren parejas más delgadas o más gordas de las que tienen, aunque “ellos” se aproximan más al prototipo deseado, ya que a gran parte de los que les gustan las chicas delgadas, se relacionan sentimentalmente con féminas más flacas que el promedio.

Para llegar a esta conclusión, los expertos midieron las preferencias de un grupo de 116 parejas heterosexuales de Montpellier (Francia) en aspectos como la altura y masa corporal, y luego compararon los resultados con las parejas que tienen estos individuos en la vida real.

Los participantes del estudio debieron esculpir la silueta de la pareja de sus sueños en un computador, usando un programa y luego dibujar su propia contextura física, para tener una referencia. El proceso además se llevó a cabo en forma anónima.

Con respecto al índice de masa corporal -considerando que tener uno menor de 18,5 es signo de excesiva delgadez, 25 da cuenta de la forma óptima, y pasado 30 es sobrepeso-, se concluyó que el hombre delgado ideal para las mujeres mide 1,78 (aunque esta cifra es muy variable), pesa entre 52 y 109 kilos (con un promedio de 75) y tiene un IMC de 19. En tanto, el hombre soñado más “gordito”, ronda un IMC de 34, es decir, un obeso.

En cuanto al prototipo de mujer ideal flaca, la estatura va de 1,56 metros hasta 1,76 cómo máximo y de un IMC de 18,4, o sea, extrema delgadez. Por otro lado, la fémina soñada con más contextura, es más curvilínea y tiene un índice de cerca de 27, es decir, cercano al promedio saludable estipulado por los médicos.

Tras esto, los autores del estudio desprendieron que las parejas de ellos casi siempre pesan más que su ideal, y las de ellas, son más delgadas o gordas.

Precisamente esta variación, era el principal interés de los científicos “puesto que, si tiene alguna base genética, puede constituir la materia prima para que operen la selección natural y la selección sexual”, vale decir, los 2 grandes motores de la evolución previstos por Darwin, según se explica en diario El País.

Otra situación curiosa es que si bien se determinó que entre una mujer y otra hay diferencias grandes en torno a preferir hombres más altos o más gordos, el género masculino tiene esta diversidad de preferencias sólo para la altura, pues en cuanto al peso, la chica de sus sueños generalmente tiene 5 kilos menos que la real, en promedio.

De este estudio, se desprende que las características que se consideran como “requisito” para que alguien sea atractivo, no influyen a la hora de emparejarse con alguien.