Cigarrillo electrónico | Wikipedia

Cigarrillo electrónico | Wikipedia

El cigarrillo electrónico que se vende como solución para dejar de fumar “sabotea la estrategias de la OMS” en su lucha contra el tabaquismo, denunció el viernes Eduardo Bianco, director regional de la Alianza para el Convenio Marco (FCA) de la OMS en Uruguay.

El cigarrillo electrónico “es una herramienta que sabotea las estrategias para impulsar a los individuos a dejar de fumar”, dijo Bianco a la AFP, en el marco de la Conferencia de las Partes para el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco (CMCT), que se celebra en Punta del Este, 140 km al este de Montevideo.

El denominado cigarrillo electrónico o “e-cigs” es un cilindro que funciona con pilas, y al ser aspirado por el consumidor, dispersa vapor de nicotina y propilenglicol (líquido que se utiliza como refrigerante o anticongelante) en los pulmones.

El producto, inventado en China en 2004, es vendido en varios países como una solución menos nociva para los fumadores que los cigarrillos tradicionales y como un objeto que ayudaría los consumidores a poner fin a su adicción al tabaco.

Sin embargo, hay quienes dicen que su uso no pone fin al hábito de fumar.

Los cigarrillos electrónicos “están siendo comercializados a los fumadores para su uso en lugares donde no se permite fumar”, comentó por mail a la AFP desde Estados Unidos Danny McGoldrick, de la ONG Tobacco-Free Kids, con representantes en la conferencia.

Según un informe de la secretaría del Convenio Marco divulgado en la conferencia, el aumento del consumo de los cigarrillos electrónicos coincide con la aplicación de la leyes propiciadas por la OMS que incentivan la creación de lugares libres de humo de tabaco.

“Esto puede desalentar las iniciativas de los ambientes libres de humo de tabaco que buscan incentivar a dejar de fumar”, advirtió McGoldrick.

Por otro lado, Bianco alertó sobre de la falta de comprobación científica respecto a la eficacia del cigarrillo electrónico como alternativa para eliminar la adicción al tabaco.

“El cigarrillo electrónico se presenta como un instrumento comprobado para dejar de fumar pero no tiene evidencia científica que apoye esa presunción”, afirmó, y advirtió acerca de los componentes que tiene el producto.

“La nicotina es una droga altamente adictiva, y lo que utilizan (en los cigarrillos electrónicos) para vehiculizar la nicotina es el propilenglicol” una sustancia -según él- “tóxica para los humanos”.

Según Bianco, el cigarrillo electrónico llama la atención de los jóvenes y podría transformar la adicción al cigarrillo tradicional en otro tipo de vicio.

“Es realmente interesante para un joven de 15 o 16 años aparecer con una cosa de esas electrónicas que si se pita se prende”, comentó.

“Muchos países han prohibido este producto porque no fueron sometidos a un test científico” sobre su eficacia y los posibles daños que podría causar al ser humano, dijo por su parte a la AFP Francis Thompson, director de Políticas de Framework Convention Alliance.

“Nadie está diciendo que los cigarrillos electrónicos no podrían ser una herramienta útil para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Sin embargo hasta ahora simplemente no hay pruebas de que sea un método de cese efectivo”, concluyó McGoldrick.

El control de los cigarrillos electrónicos es uno de los temas previsto para discutir en la Cuarta Conferencia de las Partes que reúne hasta el sábado a más de 170 países que suscribieron al Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

En el encuentro también se intenta definir directrices sobre los ingredientes de los productos tabacaleros, así como avanzar en un protocolo sobre el comercio ilícito de tabaco, y debatir políticas sobre precios e impuestos.