Un áspero diálogo tuvieron el alcalde Joel Rosales y un grupo de dirigentes del sindicato de comerciantes ambulantes que exige trabajar en la feria libre que funciona los fines de semana en la avenida Padre Hurtado.

Al término de la sesión del Concejo Municipal, el jefe comunal fue abordado por María Teresa Martínez, que encabeza al grupo de mujeres que reclama porque estaría impedido de trabajar en el sector Santiago Bueras.

Recordemos que la polémica prendió hace unas semanas cuando un grupo de 300 ambulantes exigió que sólo de las personas del sector vendieran sus productos en la feria libre, apuntando a otro grupo que provendría de la zona de Paillihue.

Los interpelados reaccionaron reclamando su derecho a trabajar en el mismo lugar, lo cual exteriorizaron con un protesta pacífica, el sábado, en la inauguración del Cesfam Nuevo Horizonte.

Sin embargo, en el encuentro con los dirigentes, el alcalde Rosales insistió en que sólo permitiría que los residentes en el mismo lugar puedan instalar sus puestos provisorios, descartando a vecinos de otros sectores.

En el caso del grupo de María Teresa Martínez, Rosales les propuso ubicarse al final de la avenida Ricardo Vicuña, frente a la ex cárcel, para lo cual debían postular de manera individual.

Al cabo, la representante del grupo dijo que no quedaban conformes porque se sentían discriminados al no poder trabajar en el sector, aunque valoraron que la propuesta del jefe comunal por lo menos les permitía trabajar.