El organismo estatal encargado de coordinar en Colombia la lucha contra el secuestro, Fondelibertad, fue intervenido este viernes por el gobierno, tras descubrirse hechos irregulares en su administración, informó un portavoz del ministerio de Defensa.

“Fue una decisión del presidente (Juan Manuel Santos). La intervención está en marcha”, indicó esta fuente a la AFP.

Al organismo se le retiró la facultad de contratación y el gobierno analiza “un abanico de opciones entre las cuales se encuentra posiblemente la liquidación de la entidad”, dijo en una rueda de prensa el secretario general del ministerio de la Defensa Luis Manuel Neira.

Fondelibertad estaba sometido desde junio pasado a una auditoría, que determinó faltas de orden disciplinario, fiscal y penal de las que han sido informados la Fiscalía y los entes de control administrativo, explicó en tanto una alta fuente del gobierno.

Estas faltas tendrían que ver con irregularidades en procesos de contratación y el manejo de bienes que provienen de la lucha antisecuestro.

Fondelibertad (Fondo nacional para la defensa de la libertad personal) es una entidad que depende del ministerio de Defensa. Fue creado en 1995 para coordinar los recursos humanos y materiales en la lucha contra el secuestro, que alcanzó niveles históricos en Colombia a principios de los años 2000, con cerca de 3.000 casos anuales.

Hasta la fecha, administraba los recursos del Gaula, la unidad especializada de la policía de lucha contra el secuestro, y también realizaba labores de asistencia a las víctimas.

Entre los contratistas de Fondelibertad figuran el actual viceministro de Defensa, Rafael Guarín, y un consejero gubernamental, Juan Meza. “Pero con esos contratos no hubo ningún problema”, aseguró una alta fuente del gobierno.

A principios de noviembre, el gobierno de Santos también ordenó intervenir por presunta corrupción la Dirección Nacional de Estupefacientes, agencia que administraba los bienes incautados a los narcotraficantes, tras descubrir irregularidades en su manejo, que en algunos casos fueron a parar a manos de testaferros de los propios traficantes.