El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reúne este jueves a partir de las 16:00 horas (21:00 horas GMT) para intentar que Costa Rica y Nicaragua inicien negociaciones directas sobre su contencioso fronterizo.

Ambos países tienen en principio prevista la reunión de una comisión binacional a más tardar el 27 de noviembre, pero Costa Rica rechaza que se celebre mientras Nicaragua no retire las tropas que presuntamente están situadas en la zona.

Costa Rica asegura que detectó hace tres semanas tropas nicaragüenses en su territorio, en un sector cercano a la desembocadura del fronterizo río San Juan en el Caribe, denominado Isla Calero.

Managua rechaza de plano esas acusaciones y asegura que sus soldados realizaban tareas de dragado del río de su lado, además de vigilar la presencia de narcotraficantes.

El embajador nicaragüense ante la OEA, Denis Ronaldo Moncada, llegó a mencionar que quizás se había producido una confusión en la zona, y que narcotraficantes se habían hecho pasar por soldados nicaragüenses.

El canciller costarricense, René Castro, calificó esa versión de “cortina de humo”.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que viajó a ambos países el pasado fin de semana, propuso cuatro puntos en la última reunión del Consejo Permanente el pasado martes.

El primero era celebrar cuanto antes esa reunión de la comisión binacional.

El segundo era retomar las conversaciones sobre la frontera, que originalmente fue delineada en 1858 (Tratado Cañas-Jerez) pero que según Nicaragua necesita ser demarcada efectivamente con mojones.

El tercer punto era evitar la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en la zona.

Costa Rica no tiene ejército, pero mandó al inicio de la crisis fuerzas policiales al área.

Finalmente, Insulza propuso que se “revisen y refuercen los mecanismos de cooperación entre ambas naciones” para luchar contra el narcotráfico y el contrabando de armas.

La OEA no quiere resolver el fondo del conflicto, advirtió Insulza el pasado martes. “Nosotros lo que queremos es asegurar que lo hagan a través del uso de métodos pacíficos de solución de controversias”, añadió.

Costa Rica dio 48 horas para que se cumplan esas condiciones, y se declaró dispuesta a convocar una reunión de cancilleres si fracasa el diálogo.

El parlamento nicaragüense dio por su parte su “total apoyo” al gobierno de Daniel Ortega en el diferendo.