El primer ministro británico David Cameron, de visita en China, rehusó el miércoles un pedido oficial chino para retirar de su solapa una amapola que conmemora a los soldados muertos en combate, flor que evoca para los chinos las guerras del opio perdidas en el siglo XIX.

En vez de la amapola que honra tradicionalmente en Gran Bretaña a los muertos por la patria, las autoridades Chinas vieron en esa flor la adormidera de la humillación, indicó un alto funcionario británico que pidió el anonimato.

“Los chinos nos dijeron que sería indecente lucir una amapola a raíz de las guerras del opio”, en las que Gran Bretaña derrotó a China.

“Les informamos que la amapola significa mucho para nosotros y que la llevaríamo de todos modos”, agregó.

En los países de la Commonwealth, es una tradición llevar en la solapa una amapola de papel en recuerdo de los soldados muertos o heridos en guerra. La flor se lleva desde fines de octubre hasta el 11 de noviembre, fecha del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.

Las llamadas guerras del opio enfrentaron a la China del tiempo de la dinastía Qing, que quería prohibir el comercio del opio en su territorio, a Gran Bretaña, en la primera de ellas, y a otros países, en la segunda.

Cameron se reunió con el presidente chino Hu Jintao el miércoles, último día de su visita oficial a China.