El maremoto comercial desatado por el iPhone ha servido como plataforma de lanzamiento para la industria del videojuego en Montreal, que espera aprovechar el éxito del teléfono multifunción de Apple.

iPhone de Apple

iPhone de Apple

Cientos de participantes de la reunión de dos días “Montreal International Game Summit” (Cumbre Internacional de Videojuegos de Montreal), que abrió este lunes en la mayor cuidad de Quebec, discutirán la manera de aprovechar el mercado de los videojuegos bajo el ala dorada de Apple.

En apenas un año y medio, el iPhone se hizo con 20% del mercado del videojuego portátil y 5% del mercado global de videojuegos, que se estima en 50.000 millones de dólares anuales.

Aparte de las funciones regulares de un teléfono celular, el iPhone tiene cámara, un reproductor de juegos portátil y total accesibilidad a internet. Pero además puede incorporar aplicaciones realizadas por terceros, que se incrustan en el teléfono a través de la tienda App Store, entre las que se cuentan juegos, redes sociales y servicios de navegación GPS.

“El iPhone democratizó el acceso a los videojuegos, haciéndolos fáciles y asequibles para los consumidores”, dijo Alex Thabet, director ejecutivo del editor de juegos interactivos Ludia, con sede en Montreal.

“Hoy estamos hablando de que hay cerca de 300.000 aplicaciones disponibles en la App Store. O sea que es un mercado extremadamente competitivo que ejerce mucha presión sobre los precios”, agregó.

Solamente en el último trimestre Apple vendió 14,1 millones de iPhones, casi el doble que el año pasado. Y la compañía con sede en California describió su último modelo, el iPhone 4, como el producto más exitoso que haya lanzado jamás: en las primeras tres semanas posteriores a su puesta en el mercado vendió más de 3 millones de unidades.

De modo que los 100 millones de iPhones y iPods (reproductores de audio que también corren aplicaciones) son un mercado enorme para los videojuegos y en Montreal, que es visto como la capital del videojuego del este de Norteamérica, los creadores hacen lo posible para obtener ventaja de este creciente sector.

“Es cierto que en los iPhones el videojuego tiene una escala más pequeña. Así que a menudo tienes que exagerar los movimientos, hacerlos más dinámicos”, dijo Huu Le Nguyen, animador de Gamerizon.

Los juegos de iPhone están significando una fortuna para Gamerizon, una joven compañía que dedica toda la creatividad de sus casi 30 desarrolladores de videojuegos al teléfono de Apple.

La estrategia les rindió beneficios: han cosechado cerca de cinco millones de descargas en internet a través de la App Store.

Apple se queda con 30% de comisión de cada juego vendido. Es un margen grande, pero está lejos de frenar a los desarrolladores digitales en esta fiebre del oro y en un mercado aparentemente ilimitado.

“A menudo, cuando estás esperando a alguien en un restaurante o aguardas un avión, te aburres un poco. Es muy práctico para cuando no tienes nada que hacer, es una forma de matar el tiempo”, dice Yann Lee, un jugador compulsivo de 36 años que ya tiene unos 50 juegos de carreras automovilísticas en su teléfono.