Al menos 31 personas murieron y 91 resultaron heridas el lunes en varios atentados perpetrados en Irak, dos de ellos contra peregrinos iraníes en ciudades santas del chiismo, informaron fuentes locales.

El primer atentado, que se saldó con 10 muertos, cuatro de ellos iraníes, y 42 heridos, se produjo a las 08:45 (05:45 GMT) en el norte de la ciudad santa de Kerbala, a unos 110 km al sur de Bagdad.

“Un suicida que conducía un coche bomba provocó la explosión junto a un autobús que transportaba a peregrinos iraníes”, indicó a la AFP un alto responsable de la policía.

Hacia las 13:00 (10:00 GMT), un coche bomba explotó en la ciudad de Nayaf, a 150 km al sur de la capital iraquí, donde murieron seis peregrinos iraníes y dos iraquíes, entre ellos el conductor del autobús. Otras 16 personas resultaron heridas, en su mayoría peregrinos procedentes de Irán, señaló Jaled Jashani, un consejero provincial.

Cada año, millones de fieles, sobre todo provenientes de Irán, van en peregrinaje a Kerbala y a Nayaf. A menudo y desde la caída del régimen de Sadam Husein en 2003, han sido blanco de ataques por parte de los insurgentes sunitas.

Una tercer coche bomba estalló a las 19:30 locales (16:30 GMT) en un barrio animado del oeste de Basora, la gran ciudad portuaria del sur, matando a 10 personas e hiriendo a otras 30, según un responsable militar de esta localidad. Se ignoraba cual era el blanco del ataque.

En Jalis, al norte de Baquba, una bomba estalló en un comercio de alimentación dejando un muerto y tres heridos, según el mando de operaciones provincial.

Y a unos 20 km al sur de Masul, la gran metrópolis del norte del país, dos policías murieron en un ataque contra su puesto de control, señaló una fuente policial.

Desde el 31 de octubre, una serie de atentados golpearon Irak. El más mortífero, que dejó 53 muertos (46 rehenes y siete policías), se produjo durante un ataque contra una catedral siríaca católica en Bagdad por un grupo de la red de Al Qaida, el Estado Islámico de Irak (ISI).

Los ataques del lunes tuvieron lugar el mismo día en que dirigentes de los principales partidos iraquíes se reunían en Erbil, al norte de Irak, para concluir un acuerdo de gobierno que se espera saque al país de la crisis política, ocho meses después de las elecciones legislativas.