Dersamparados y sin saber qué hacer, ni a quién recurrir, se encuentra una pareja de adultos mayores de Concepción, cuyo departamento resultó seriamente dañado a consecuencia del terremoto.

Pese a cumplir con los requisitos para optar al subsidio del Gobierno, ninguna empresa constructora ni Egis quiere asumir la reparación por ser un caso único, por ende poco o nada rentable.

Hace 6 años que a raíz de la muerte de sus padres decidieron volver desde Valparaíso a Concepción. Sin embargo, la tranquilidad del matrimonio Garay – Sánchez se vio abruptamente interrumpida, al igual que la de los habitantes de la ciudad, por el cataclismo del 27 de febrero. Sin embargo, hasta el día de hoy, por no pertenecer al segmento más pobre del país, ni tampoco por contar con recursos suficientes, viven en su departamento seriamente dañado.

Por esta razón, adjuntaron la documentación necesaria y comenzaron a buscar una Egis para gestionar las subsidios y las reparaciones, pero ni entidades de gestión ni constructoras quieren hacer nada por atender su caso, por ser ser sólo uno y poco rentable.

Carlos Garay, jubilado y con una renta menusual inferior a los 500.000 pesos, dijo sentirse abandonado y desilusionado por una administración en la que creyó sería mejor que la anterior. Asimismo, Marlen Sánchez, su esposa, expresó su molestia y tristeza por sentir que la clase media sigue siendo la menos considerada en el país.

En el Serviu indicaron que están en conocimiento de situaciones similares que afectan a muchas familias en la región, por lo que están tratando de hacer lo posible por generar las instancias para solucionarlas, aún cuando Sebastián Salas, director del organismo no quiso dar a conocer qué acciones concretas se efectúan.

Salas instó a quienes se encuentren en la misma situación a concurrir a las oficinas del Serviu, ubicadas en Caupolicán entre O’Higgins y San Martín, en pleno centro de Concepción, donde la pareja de adultos mayores ya ha ido, pero su problema aún continúa sin una solución.