El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, viajará a Nicaragua y Costa Rica para tratar de desactivar la crisis fronteriza por la que atraviesan.

José Miguel Insulza

José Miguel Insulza

El viaje fue anunciado luego de día y medio de infructuosas negociaciones en la OEA, donde se debatía la denuncia de Costa Rica de que tropas nicaragüenses invadieron su territorio en la isla Calero en el río fronterizo San Juan, lo que es negado por Managua.

“Los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica han invitado al secretario general a visitar sus respectivos países”, señaló el actual presidente del órgano político de la OEA, el Consejo Permanente, el salvadoreño Joaquín Maza.

Insulza indicó que irá el viernes a San José y el sábado a Managua, pero una eventual visita a la zona en conflicto, cerca de la desembocadura del río en el Caribe, se realizará “si es necesario”, luego de los encuentros con los presidentes Laura Chinchilla de Costa Rica y Daniel Ortega de Nicaragua.

“A nosotros lo que nos preocupa es encontrar caminos de diálogo para que haya una solución pacífica de las controversias”, dijo a periodistas Insulza, que señaló que su misión consiste en acercar a las dos partes.

La posibilidad del retiro de las tropas nicaragüenses, lo que sigue siendo la exigencia fundamental de San José, es “uno de los temas que tendrán que conversar los presidentes”, dijo el titular de la OEA.

A su retorno, Insulza entregará sus conclusiones a la OEA en una reunión en su sede en Washington.

“Veo con fe y esperanza que la OEA haya decidido asumir un rol fundamental, lo que es evitar escalamientos violentos y conflictos entre países hermanos”, dijo el canciller René Castro, presente en las negociaciones en la OEA.

“Es indispensable un mediador de la estatura moral” de la OEA, dijo.

Pero cualquier diálogo bilateral pasa por el retiro de las tropas, afirmó Castro. La reunión prevista para el 27 de noviembre entre los mandatarios de ambos países queda en suspenso, señaló.

Pero el representante de Nicaragua en la OEA, Denis Moncada, reitero que las tropas de su país no cruzaron la frontera.

“No hay movimiento hacia atrás porque las tropas siempre han estado allí, en las unidades fronterizas”, resguardando la zona de los narcotraficantes, señaló Moncada.

El presidente Ortega había señalado que la OEA no tenía competencia en este diferendo limítrofe y que su país lo llevaría a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), y Moncada se apresuró a señalar que no hubo un cambio de postura al permitir que Insulza medie.

La misión de la OEA es “es precisamente facilitar, coadyuvar al acercamiento de los dos mandatarios de nuestros dos países para el diálogo binacional y a partir de allí buscar una solución a los temas que preocupan a los dos países”.

El canciller costarricense dijo que hay posibilidad de su país y Nicaragua acuerden llevar en conjunto a la CIJ el caso, para que tenga una solución a corto plazo, porque si Managua actúa unilateralmente el diferendo puede durar “varios años”

Castro indicó que llegar al acuerdo de la visita de Insulza llevó “horas de negociación en Washington”, que incluyó a Chinchilla y Ortega y a “otros muchos países de la región”.

Hay dos “versiones distintas, contrapuestas, contradictorias”, del conflicto, “pero hemos comprobado que ambas delegaciones han coincidido en algo: su deseo al diálogo”, saludó el representante de Paraguay, Bernardino Saguier, al resumir el sentimiento de los embajadores de la OEA.