El primer apellido de los españoles, que llevan obligatoriamente los dos de sus progenitores, ya no será forzosamente el del padre, según un proyecto de ley que será debatido en el Parlamento.

La reforma, adoptada en Consejo de Ministros en julio y que debe ser confirmada por los diputados, prevé que los padres escogerán el orden en el que darán sus dos apellidos al niño y que, en caso de desacuerdo, los apellidos de los padres figuren en orden alfabético.

Cuando llegue a la mayoría de edad, el hijo podrá invertir sus dos apellidos según un procedimiento simplificado.

Hasta ahora, el nombre del padre aparecía siempre por delante del de la madre. Los padres podían escoger otro orden, pero, en caso de que no se diera ninguna consigna o en caso de desacuerdo, el del padre iba primero.

El proyecto de ley, transmitido el 3 de septiembre al Parlamento, suprime también el libro de familia, que es reemplazado por ficheros individuales. Actualmente está siendo examinado por la Comisión de Justicia del Congreso, que tiene hasta el 10 de noviembre para proponer enmiendas.

“Apellidos como Abad o Alvarez tienen un futuro prometedor en España, mientras que otros históricos como Zurbano o Zamora lo tendrán mas complicado para sobrevivir el paso del tiempo”, apuntaba el jueves el diario ABC (derecha).

El País (centro-izquierda) relevaba por su parte la voluntad del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero de “incorporar el principio de igualdad también al simbolismo que suponen socialmente los apellidos”.

Según la prensa española, la reforma no debería entrar en vigor hasta dentro de al menos dos años, debido a la relativa complejidad de esta reforma del Estado civil y del proceso legislativo.